sábado, 13 de enero de 2018



El manto abierto de la Virgen Inmaculada nos invita a cobijarnos bajo su protección.  Es una clara manifestación del auxilio maternal de Santa María ante el peligro, ante los ataques del enemigo.

Ella es la Madre que viene a nuestro encuentro para ofrecernos sus amorosos cuidados ante los peligros, las tentaciones, los problemas, las preocupaciones y las dificultades de la vida cotidiana.  Ella es la Madre que nos cobija bajo su manto, alcanzándonos todas las gracias que necesitamos para avanzar día a día en nuestro camino a la santidad.

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