domingo, 15 de abril de 2018



Madre mía, ¡ojalá nunca deje ser pequeño!
¿Por qué tantas veces me empeño en levantarme yo solo, en luchar yo solo, en sufrir yo solo? Que en todas las circunstancias te llame.
Hoy te pido a tí María Auxiliadora de los cristianos, que tu nunca me sueltes de tu mano. Que me ayudes a levantarme en cada una de mis caídas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario