lunes, 31 de diciembre de 2018



Dios te Salve, Madre de la Vida, Madre digna de amor, madre del Amor Hermoso! ¡Enséñame, María, a amar a Dios y mis hermanos como los amas Tú! ¡Haz, Señora, que mi amor a los demás sea siempre paciente, generoso, benigno y respetuoso! ¡María, Causa de nuestra alegría, ayúdame a captar cada día la alegría cristiana, la alegría de la fe, la aceptación de la renuncia y del dolor, la unión con Tu Hijo! ¡Ayúdame, Señora, a que mi alegría sea siempre plena y auténtica, que sea capaz de comunicarla siempre a los que me rodean! ¡Ayúdame a no quejarme, Señora, imitando tu ejemplo de aceptación y de renuncia! ¡Ayúdame, María, a creer de verdad como creíste Tu y que mi fe en Dios y en Tu Hijo, en la Iglesia y en los hombres, sea una fe valiente y generosa! ¡A pocos días del nacimiento de Tu Hijo, te pido por aquellos niños que no van a nacer, a los que se les va a impedir la vida, a los que tienen dificultades en su día a día, a los que son víctimas de la pobreza, de la persecución, del esclavismo y de la indiferencia!

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