María, =mulier fortis=, pasó su vida diciendo sí al Dios que se fijó en ella y que la eligió para madre de un Dios y hombre verdadero. María, la elegida, iba guardando en su corazón la mirada de su Hijo, y a cada imagen de su retina iba diciendo sí. Sencillamente, sí.
(Carlos Díaz)
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