sábado, 11 de abril de 2020



¡Oh Madre desolada! ¡Oh Virgen afligida!
Grande es como el mar tu quebranto; ¿quién te consolará?...

Aceptad, Madre mía de mi alma, mi consuelo,
si en algo puede serviros en medio de vuestro dolor;  soy vuestra hija, aunque pecadora.
No me desechéis, Madre mía de mi alma,
y Madre de dolores por mi amor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario