ESPRESSO ESPIRITUAL 08 DE JUNIO
Cuando terminas de comprender que el poder de Dios te respalda, no te importará jamás quien está actuando a tus espaldas. Recuerda: “El Señor está conmigo como un guerrero temible: por eso mis perseguidores tropezarán y no podrán prevalecer” (Jeremías 20,11) Ya no te asustes más de los que quieren verte caído y de los que han comenzado a librar una batalla abismal con su boca en tu contra. Cuando una persona tiene su confianza puesta bajo el amparo del Altísimo, se convierte en una persona indestructible, inquebrantable, poderosa.
Lee el Salmo 77.
Laus Deo
Alabado sea Dios.
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