ESPRESSO ESPIRITUAL 23 DE JUNIO
En este momento, te invito a dejar a un lado tus pesares y fijar tu mente y tu corazón en Aquel que todo lo puede. Repite ahora: “Padre amado, te suplico que derrames sobre mí las bendiciones que sabes que necesito. Dame lo que hace falta a mi vida. Protégeme de todos los malos deseos y de los que buscan hacerme daño. Dame la fuerza para hacer todas mis cosas con ánimo y dedicación y no dejarme abatir cuando las cosas se complican. Tú eres mi Rey, mi amado, en quien pongo toda mi confianza. Amén”.
Laus Deo
Alabado sea Dios.
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