Oh Jesús que hiciste tan amable a María y que en la persona de San Juan nos la diste por Madre, concede a los que nos gloriamos de ser sus hijos, que la amemos tierna y fervorosamente, para llegar así con más eficacia y prontitud a amarte a TI, que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
No hay comentarios.:
Publicar un comentario