El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
"Los cinco minutos de Maria"
domingo, 12 de noviembre de 2017
==UNA FIESTA MARIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO==
12 de Noviembre.
♡Nuestra Señora de la Torre Secreta♡
Inicio construcción de la Basílica de María Auxiliadora en Turín.
El Santuario de María Auxiliadora nació del corazón y del coraje de Don Bosco y de su gran devoción a la Virgen. Fue una empresa marcada de hechos extraordinarios y de grandes dificultades.
Don Bosco no se cansaba de repetir que era la misma Virgen quien quería la iglesia y que Ella después de haberle indicado el lugar donde debía surgir la iglesia, le ayudaría también a encontrar los medios necesarios para la construcción.
Escuchemos del mismo Don Bosco el relato de un “sueño” que tuvo en 1884, cuando todavía buscaba una sede fija para su Oratorio.
La Señora que se le apareció le dice: “Observa -y yo mirando ví una iglesia pequeña y baja, un poco de patio y numerosos jóvenes. Yo me dí a mi trabajo, pero esta iglesia pronto fue estrecha, entonces de nuevo me dirijí a Ella que me hizo ver otra iglesia un poco más grande y con una casa vecina. Después apartántome un poco más, en un terreno cultivado, casi de frente a la fachada de la segunda iglesia, me dijo: “En este lugar donde los gloriosos mártires de Turín Avventore, Solutore y Ottavio ofrecieron su martirio, Yo quiero que Dios sea honrado de manera especial."
Las etapas habían sido ya previstas. Primero “la iglesia pequeña y baja” o sea la capilla Pinardi del 1846; después “la otra iglesia más grande…” o sea la iglesia de san Fancisco de Sales del 1852. Finalmente la iglesia de María Ausiliadora la escritura sobre una faja blanca: “Hic domus mea, inde gloria mea” “Esta es mi casa, de aquí saldrá mi gloria”.
El deseo de obedecer a la voz de la Virgen y de testimoniar veneración y reconocimiento a Ella quien había dado tantas pruebas de benevolencia a la naciente Congregación, junto a razones pastorales y prácticas, empujaban Don Bosco a acelerar el tiempo de la construcción. Para la compra del terreno y la madera para cercarlo se gastaron 4.000 liras; el P. Savio, ecónmo, aconsajaba esperar , pero Don Bosco le dice:
“Empieza a cavar, ¿cuándo comezamos una obra teniendo ya el dinero a disposición? Tenemos que dejarle campo de acción a la divina Providencia”.
Los trabajos que se confiaron a la empresa del maestro mayor de obras Carlos Buzzetti, iniciaron durante el otoño del 1863. Terminadas las excavaciones, en Abril de 1864, Don Bosco dice a Buzzetti: “Quiero darte inmediatamente un anticipo para la grande construcción”. Don Bosco sacó su portamonedas, lo abrió y lo vació en las manos de Buzzetti, todo lo que contenía eran ocho “soldi”, ni siquiera media lira:
“Tranquilo, la Virgen Maria proveerá el dinero necesario para Su iglesia.”
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