Pueblo castellano, el frío de fuera nos recoge en casa.
Mi madre y mi abuela rezan el rosario.
Los niños jugamos.
La leña crepita en la chimenea, corean las llamas las avemarías, ronronea el gato.
Se queda María, cena con nosotros.
Llegan los obreros, abren los batanes y las hilaturas, comienza la fábrica y el trabajo diario.
Al son de las máquinas se reza el rosario.
La Virgen sonríe, y nos bendice a todos.
(María Dolores de Miguel)
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