Dios ha puesto su mirada en ti.
Debes creer con todo tu corazón que, a pesar de las circunstancias que ahora vives, Él no te deja solo jamás.
Él lucha a tu lado, te protege del peligro, te consuela en tus tristezas y te llena de su Amor.
Confía en Jesús, confía en su Amor y en su cuidado Misericordioso. Él está ahí para apoyarte.
Dios te ayuda, te sana, te da fuerzas y esperanzas, pero tienes que dar lo mejor de ti para concretar todo lo que deseas.
Siempre hará que salgas vencedor. Canta alegremente como el salmista:
“El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón confía en Él. Mi corazón se alegra porque recibí su ayuda”… ¡Ánimo!
Ponte alegre como si ya tienes lo que le pediste al Señor.
Que tengas un buen día.
Laus Deo
Alabado sea Dios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario