ESPRESSO ESPIRITUAL 30 DE OCTUBRE
En este momento, te invito a dejar a un lado tus pesares y fijar tu mente y tu corazón en Aquel que todo lo puede. Repite ahora: “Padre amado, te suplico que derrames sobre mí las bendiciones que sabes que necesito. Dame lo que hace falta a mi vida. Protégeme de todos los malos deseos y de los que buscan hacerme daño. Dame la fuerza para hacer todas mis cosas con ánimo y dedicación y no dejarme abatir cuando las cosas se complican. Tú eres mi Dios, en quien pongo toda mi confianza. Amén.
Tener fe en Dios, no significa que no tendremos problemas. Es saber que no iremos solos al campo de batalla de la vida.
Laus Deo
Alabado sea Dios.
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