"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

martes, 13 de junio de 2017




==UNA FIESTA MARIANA PARA CADA DIA DEL AÑO==

13 de Junio.

♡MADRE DE LA EUCARISTÍA ♡

Desde 1971 Nuestra Señora se esta apareciendo en privado a Marisa Rossi en Roma. Ella trae mensajes de Dios para toda la humanidad acerca de la EUCARISTÍA, que es el corazón de la Fe Católica. Hay numerosas evidencias públicas de milagros eucarísticos.

En Junio de 1993 ella le pidió en el nombre de Dios, que los mensajes se hicieran públicos y desde 1995 han ocurrido los muchos MILAGROS EUCARÍSTICOS. Nuestra Señora dice: “YO SOY LA MADRE DE LA EUCARISTÍA.CONOZCAN LA PALABRA DE JESÚS, AMEN.”

Desde 1971 Marisa Rossi es asistida por el ex sacerdote Claudio Gatti, quien es su director espiritual. El ha fundado el Movimento Impegno e Testimonianza – “Madre dell’Eucaristia”, un movimiento de oración para el “Triunfo de la Eucaristía”.

Actualmente las apariciones continúan y nuevos mensajes son siempre entregados. Lea algunos mensajes seleccionados Mensajes de la Madre de la Eucaristía: Italia

MOVIMENTO IMPEGNO E TESTIMONIANZA “MADRE DELL’EUCARISTIA”

El movimiento tuvo un comienzo modesto en 1971. Los impulsores del movimiento son el ex sacerdote Claudio Gatti y la Señorita Marisa Rossi, de Roma.

Esta aparición ha tenido conflictos con el Vaticano a través del sacerdote Gatti, pero siguiendo los consejos de San Pablo de no extinguir el fuego y de tampoco ser demasiado crédulos, informamos la información principal que tenemos, apoyados en la posición del padre Rene Laurentin.

Este largo período puede ser subdivido en tres partes. La primera va desde 1971 a 1988, la segunda de 1988 a 1993 y la tercera de 1993 a nuestros días.

Durante la primera etapa, 1971 a 1988, sólo pocas personas tuvieron conocimiento de estas apariciones y sólo don Claudio ha participado siempre. Antes de aceptar los orígenes sobrenaturales, Don Claudio los estudió, consideró y sometió a atento examen y se ha hizo aconsejar, instruir y guiar por personas preparadas y competentes, porque en los comienzos de estas experiencias sobrenaturales era muy joven e inexperto. Examinó los mensajes y comprobó que en ellos no había nada en contraposición con la Sagrada Escritura. Tuvo siempre presente lo que dice San Pablo: “Aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os predicase un evangelio diferente del que os hemos predicado, sea anatema” (Gl 1,8)

Tuvo la confirmación de que los mensajes venían de Dios porque los habían puesto en práctica cosechando notables frutos espirituales. Encontró en los mensajes sincero amor a la Iglesia, respeto a la jerarquía eclesiástica y plena docilidad al magisterio. En ellos cosechó también un inmenso amor, a menudo con sufrimiento, pero siempre respetuoso por los sacerdotes, llamados “hijos predilectos”.

Le fueron comunicados con notable anticipo la verificación de hechos, algunos de los cuales extremadamente importantes para la Iglesia y para la sociedad, que se realizaron puntualmente en la fecha indicada. Finalmente sintió dirigidas a sí mismo las palabras de Gamaliel: “Si esta actividad es de origen humano, será destruida, pero si viene de Dios, no conseguiréis derrotarla, no os suceda que os encontréis combatiendo contra Dios” (Hc 5, 38-39)

De 1998 a 1993 en las apariciones fueron admitidas personas llamadas por la Virgen para formar un cenáculo de oración y de formación.

En 1993 empieza el tercer período de estas apariciones. Después de veintidós años de ocultamiento y de silencio, Dios ha querido que estas apariciones fuesen abiertas a todos, conocidas por todos como resultado del mensaje del 20 de junio de 1993.

Cuando Don Claudio y Marisa recibieron este mensaje les asaltó el miedo y la turbación. Se han sintieron solos, débiles, indefensos y se preguntaron angustiados: “¿Cómo podremos sostener la acometida y el peso que las apariciones públicas comportan?”. Una vez más la Palabra de Dios infundió en ellos paz y seguridad: “El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad” (Rm. 8, 26). Jesús y la Virgen les han ayudado a abandonarse a Dios y los han invitado a decir: “Es voluntad de Dios. Así sea” (Men. Del 27 de junio de 1993).

LA COMUNICACIÓN CON LA VIRGEN

Durante la aparición no se ve ni se oye a la Virgen, sólo se siente en la voz de Marisa lo que la Virgen le comunica. La Madre de la Eucaristía habla en arameo a Marisa que solo durante los éxtasis tiene el don de conocer esta lengua, traduce al italiano contextualmente lo que la Virgen dice en arameo. Todos los presentes pueden escuchar, por medio de Marisa, el mensaje y a veces el diálogo que se desarrolla entre la Virgen y Marisa, entre Jesús y Marisa.

A veces la Virgen da mensajes personales o secretos que deben ser conocidos solo por los interesados o por todos en un segundo momento. En estos casos sólo Marisa oye lo que la Virgen dicta en un silencio total.

La vidente escribe en una taquigrafía enseñada por la Virgen y que ninguno está en grado de descifrar. Estos mensajes son transcritos sucesivamente en italiano y consignados a Don Claudio que los conserva y refiere, si están de acuerdo, a los interesados.

La Virgen ha dado también mensajes para sacerdotes, para las hermanas y para los videntes. Por el momento son todos secretos, ha sido solo, por orden de la Virgen, publicado el primero de los mensajes a los sacerdotes que ella ha llamado “el decálogo para los sacerdotes” porque contiene diez maravillosos reclamos maternos.

La Virgen ha consignado a Marisa una serie de secretos que se refieren a los sucesos del mundo, de la Iglesia y de Italia. Ha enseñado a no tener miedo de los secretos, sino a tener miedo de no vivir en gracia: “Los secretos son duros solo para los que no están en gracia, los que están con mi Hijo Jesús, no deben temer nada” (Men. 3 de Octubre de 1992)

Marisa dice que “Nuestra Señora está de pie con los brazos abiertos y hace pequeños ademanes cuando habla. Se arrodilla en profunda adoración cuando Jesús o La Santísima Trinidad están presentes. Siempre es más bella cada vez que La veo.

Está de pie en una nube blanca como nieve. Ella es muy joven, parece de aproximadamente 18-20 años. Su cara es bien proporcionada, ovalada, con el color natural de Su país; tiene mejillas rojas; sus labios son normales, muy bellos, color de rosa.Nuestra Señora es acompañada siempre por ángeles que cantan y muchas veces ella ha estado rodeada por santos: San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Lucas, San Francisco de Asís, Santa Clara, Santa Catalina de Siena, San Luis Gonzaga, San Gabriel de la Madre Dolorosa, Santa Bernadette, San Juan Bosco, San Pío X y por muchos otros. Aun el Padre Pío acompañó a Nuestra Señora en varias ocasiones, así como también Pío XII, Juan XXIII, Paulo VI y Juan Pablo I.

Cuando sonríe es aún más bella porque se le forman dos hoyuelos pequeños en sus mejillas. Sus ojos alumbran y están de un color azul oscuro, muy profundos y abiertos. Su nariz armoniza con su cara. Sus cejas son oscuras como sus pestañas.

Veo la cara y el cuello de Nuestra Señora pero no sus orejas. También veo su pelo que es largo y oscuro, que se extiende uniformemente sobre su cabeza y a los lados.

Sus manos son dóciles, sus brazos se extienden hacia los cielos cuando habla de su Hijo Jesús y se abren hacia mí cuando nos habla a nosotros los hombres. Nunca junta sus manos pero las cruza en su corazón cuando dice al “Padre Nuestro”, el “Gloria,” el “Magnificat.” Cuando recita el “Gloria” inclina su cabeza como signo de reverencia.

En obediencia a Dios Padre, Ella recita el “Ave María” con nosotros.

Cuando viene con la Sagrada Eucaristía lleva un velo blanco en la cabeza y un manto azul que cae de sus hombros y reposan sobre la blanca nube. Su vestido blanco marfil cae holgadamente sobre la nube. Cuando viene sin la Sagrada Eucaristía no lleva el velo blanco y su manto alcanza desde su cabeza hasta la nube.

Es imposible describir la belleza y dulzura de Nuestra Señora”.

Varias veces en las apariciones Nuestra Señora precedió a su Hijo Jesús. Cuando Jesús viene Nuestra Señora le da la bienvenida con una profunda reverencia y después se arrodilla. Jesús toma de la mano a Nuestra Señora y la invita a levantarse y estar cerca de Él: “Ven, cerca de mí, querida Mamita”, le dice. En Navidad y en otras ocasiones Nuestra Señora aparece sosteniendo al pequeño Jesús, a quien simplemente llamamos “el Niño”, en sus brazos y lo entrega a Marisa quien lo abraza y Lo estrecha en su corazón.

Nuestra Señora se ha aparecido a Marisa en caminos por el bosque, en las montañas en Dolomites, en los Alpes Occidentales y en el Gran Sasso, en el mar, en las premisas de una estación de radio católica, en las casas de personas, en carros y otros lugares.

La estatua de la Madre de la Eucaristía fue esculpida en 1980 por el Sr. Adolfo Insam de Ortisei (BZ). La misma Virgen indicó a Marisa y a Don Claudio el escultor a quien dirigirse. El escultor hacia varios años que no ejercía por su avanzada edad. A pesar de todo aceptó, pero no consiguió representar perfectamente la triple mirada de la que se habla arriba. Una vez llegada a Roma la estatua cambió mucho la expresión, hasta el punto de no ser reconocida por el mismo escultor, al que le fueron enviadas sucesivamente las fotos.

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