"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

lunes, 28 de agosto de 2023


 ==UNA FIESTA MARIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO==


29 de Agosto.


♡Nuestra Señora de Clermont, Polonia (1380)

Nuestra Señora de las lágrimas. Siracusa, Italia♡


Esta advocación, poco conocida, no alude a una aparición de la Virgen, sino a un fenómeno prodigioso que tuvo lugar el 29 de agosto de 1953 en la casa de un obrero en Siracusa (Sicilia). Durante cuatro días un cuadro de yeso con la imagen del Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas humanas tal y como pudo constatar una comisión de médicos el 1 de septiembre del mismo año quien llevó a cabo los análisis sobre su composición. La autenticidad de este fenómeno fue declarada el 12 de diciembre de ese mismo año por por los obispos de Sicilia reunidos en conferencia episcopal.


En la década del 50, un mensaje sin palabras, pero muy elocuente, de la Madre de Dios

Umberto Braccesi


Dos jóvenes esposos, Angelo Iannuso y Antonina Giusto, se han instalado en su nueva casa de la calle degli Orti, en un barrio «rojo» de Siracusa, la antiquísima ciudad portuaria al sur de Sicilia. Es el 23 de marzo de 1953 y al principio todo parece marchar muy bien. Pero la luna de miel pasó veloz, y algo muy grave sacude la quietud de aquel nuevo hogar. En efecto, Antonina comienza a manifestar disturbios de naturaleza neurológica, los cuales complicarían su gestación —era el sexto mes— amenazando la vida de la criatura por nacer.


Los síntomas presentados por la paciente eran crisis convulsivas, pérdida de la palabra, de la capacidad visual y también de la conciencia. Un cuadro patológico peculiar, que levantaría muchas sospechas y haría aún más sorprendente y maravilloso lo que ocurriría el 29 de agosto de 1953… De hecho, aquel día, luego que el marido salió a trabajar en el campo, Antonina se acostó al final de una de sus crisis. Eran las 8:30 de la mañana. De repente, sus ojos fueron alcanzados por una luz fulgurante y se volvieron hacia el cuadro de yeso de la Santísima Virgen, representando al Corazón Inmaculado de María, que le habían dado como regalo de matrimonio y que estaba colgado en la pared, en la cabecera de su cama. De los ojos de la imagen estaban brotando dos gruesas lágrimas, que fueron seguidas de otras dos y de muchas otras más.


Lágrimas analizadas, comprobadas


Precioso relicario donde se conservan las milagrosas lágrimas. Una inscripción en latín en su base dice textualmente: “Oh Virgen de las Lágrimas, arranca de la dureza de nuestro corazón lágrimas de arrepentimiento – 29 de agosto de 1953”


Al comienzo, la joven gestante imaginó que se trataba de una alucinación, efecto de su estado de enfermedad. No obstante, al constatar que las lágrimas escurrían con intensidad y frecuencia cada vez mayores, no teniendo fuerzas para levantarse, llamó a gritos a sus familiares: “¡Vengan… Vengan a ver el cuadro de la Virgen que llora!” Los parientes acudieron, pudieron ver la imagen en llanto y ante aquel conmovedor fenómeno, se pusieron también ellos a llorar…


Con la velocidad del rayo, la noticia corrió por toda la calle degli Orti y se esparció a través de todo el barrio de fama tristemente izquierdista, haciendo confluir una multitud de curiosos y de fieles que se apiñaban para constatar, con sus propios ojos, aquel extraordinario acontecimiento. Pero no quedó apenas en eso: para felicidad y conmoción de todos, estando la lacrimación en un flujo seguido, pudieron humedecer sus pañuelos y copos de algodón para conservar las primera reliquias de aquella pungente escena.


Debido al enorme flujo de gente, el cuadro del Inmaculado Corazón de María fue colocado en el balcón que daba a la calle. Allí, mientras las mejillas de la imagen continuaban siendo regadas por aquel precioso líquido, había un ambiente sereno pero filial: nadie gritaba frenéticamente anunciando el milagro, nadie se agitaba, nadie estallaba en tempestades emotivas


Analizando ese equilibrado comportamiento social, el Profesor Giuseppe Marino, neuropsiquiatra de fama internacional y especialista en patologías nerviosas, especialmente en las que se refieren al campo místico-religioso, declaró: “Las presuntas ‘alucinaciones’ eran vistas concretarse en una realidad palpable, representada por la fluida cascada de perlas que, como quedó demostrado después en los diversos laboratorios de análisis clínicos, eran lágrimas en las cuales se notó la presencia de agua destilada, cloruro de sodio y partículas infinitesimales de sustancia proteica” —elementos que constituyen una lágrima humana.


«¿Quién, Señora, viéndoos así en llanto, osaría preguntar por qué lloráis?» (Via Crucis, Plinio Corrêa de Oliveira)


El prodigioso llanto se prolongó, con intervalos irregulares, durante cuatro días. Y, así, se pudieron contar por miles los testigos provenientes de todas las categorías sociales y de varias nacionalidades, porque la prensa local difundió enseguida lo ocurrido, atrayendo inmediatamente la atención de la prensa italiana y, como un reguero de pólvora, también a la extranjera. Al mismo tiempo, aficionados al cine de todo el mundo filmaron impresionantes secuencias de la lacrimación, las cuales hoy están reunidas en una colosal recopilación realizada por el P. Sbriglio, con la supervisión técnica de Sony.


Mientras tanto, el arzobispo local, Mons. Ettore Baranzini, juzgó mejor prohibir momentáneamente a sus sacerdotes, religiosos y monjas aproximarse al lugar del prodigio. Además, pidió orientaciones a dos peritos en la materia —el Cardenal Schuster y el P. Gemelli—, aparte de encargar a personas de su entera confianza el reunir todos los elementos (inclusive algunos testimonios bajo juramento) para la redacción de un informe fidedigno a ser enviado al tribunal eclesiástico competente. También debía hacer parte de este dossier el parecer de una conspicua comisión médica constituida por catorce miembros, incluyendo al Dr. Michele Cassola, conocido por su agnosticismo religioso. El veredicto unánime de la misma señalaba que se trataba, efectivamente, de “lágrimas humanas”.

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