Aunque neguemos a María, y nos olvidemos de ella, María no desaparecerá.
Ella seguirá cumpliendo amorosamente su rol maternal.
Los que perderemos seremos nosotros; nos veremos privados de luz, de fuerzas, de entusiasmo, del calor del regazo materno, de las bondades del Corazón.
La orfandad es triste, pero inmensamente más triste si la elegimos nosotros.
Si no conocer a la madre es causa de amarga pena; ¡Cuanto mas amargo será no querer reconocerla y aceptarla.
==MARÍA, ILUMINA NUESTRA VIDA CON LA LUZ DEL EVANGELIO==
Padre Nuestro...
Ave María...
Gloria...
(Padre Alfonso Milagro)
http://loscincominutosdemaria.blogspot
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