María Santísima no pensó en sí misma, sino en sus hijos, que somos nosotros, y por nuestra salvación aceptó sus dolores y, lo que era para ella más costoso y le resultaba más doloroso, aceptó la inmolación de su propio Hijo Jesús para nuestra salvación.
Si pensáramos un poco menos en nosotros mismos y un poco más en los otros, menos en nuestras necesidades que en las necesidades de los que nos rodean, menos en nuestros dolores y penas, en nuestros gustos y conveniencias, que en lo que vemos en nuestros prójimos, seríamos servidores de ellos y testigos del Evangelio.
== MARÍA TESTIGO DE JESUCRISTO, ALIENTA NUESTRO COMPROMISO PARA QUE TAMBIÉN NOSOTROS LLEGUEMOS A SER LUZ DEL MUNDO Y SAL DE LA TIERRA==
Padre Nuestro...
Ave María...
Gloria...
(Padre Alfonso Milagro)
http://loscincominutosdemaria.blogspot
No hay comentarios.:
Publicar un comentario