El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
"Los cinco minutos de Maria"
domingo, 11 de agosto de 2019
==DEVOCIÓN A MARÍA==
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Cuando María pudo concentrarse en sus pensamientos acerca de lo que se le estaba pidiendo, quizá se inclinó a responder como hacíamos nosotros de jóvenes en la escuela. ¿Se acuerdan cuando el profesor en la clase preguntaba algo que no sabían? ¿Recuerdan como se sentían? "¡Oh, por favor...No me pregunte a mí!...¡No estoy preparado!". Nuestros recuerdos están llenos con historias de personas que fueron llamadas, que se les preguntó, que se les pidió hacer cosas que no querían hacer o que se sentían no preparadas para hacerlo. Moisés, por ejemplo, trató de escapar de confrontar al Faraón con la excusa de que él no podía hablar suficientemente bien. Jeremías, llamado a ser profeta en una nación descarriada, respondió: "Yo no se cómo hablar...Yo soy demasiado joven!". Dios con frecuencia llama a personas a tomar importantes responsabilidades que no sospechaban o no se sentían preparadas para llevarlas a cabo y ciertamente no lo hubieran estado en un millón de años. La sorpresa de la llamada y la renuencia para aceptarla ha producido respuestas comunes como estas: "¿Quién soy yo?" "¿Por qué a mí?" "¿Cómo puede ser esto?" "Soy demasiado joven; demasiado viejo". "Tengo familia que depende de mí".
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