El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
"Los cinco minutos de Maria"
domingo, 17 de noviembre de 2019
==HÁGASE==
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2. Francisco de Asís, movido por el amor y dejándose llevar de la contemplación del saludo de Gabriel, se «deshace» en «piropos» a la Madre por la que el Señor de la majestad se hizo nuestro hermano (cf. 2Cel 198; Rnb 23): «¡Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, (le dice Francisco y le decimos con él nosotros hoy), virgen hecha Iglesia, elegida por el santísimo Padre del cielo, consagrada por él con su santísimo Hijo amado y el Espíritu Santo Paráclito, en ti estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien! ¡Salve, palacio de Dios! ¡Salve, tabernáculo suyo! ¡Salve, casa suya! ¡Salve, vestidura suya! ¡Salve, esclava suya! ¡Salve, madre suya!...» (SalVM). Ella, la «Señora pobre», la «Tota pulcra», la «Inmaculada», es la imagen más perfecta de la aonadada grandeza y hermosura de Dios.
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