El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
"Los cinco minutos de Maria"
sábado, 9 de noviembre de 2019
==UN MINÚTO CON MARÍA==
9 de Noviembre
“María es la estrella que nos llevará a Cristo”
“María es como una estrella que nos lleva a Dios". Esto fue explicado por el obispo auxiliar de Malta, Mons. Joseph Galea-Curmi, a los fieles reunidos en la iglesia parroquial de Stella Maris el 17 de agosto de 2019. Según sus palabras, el título de "Stella Maris" atribuido a la Virgen es antiguo. No hay ninguna referencia que vincule a María con el mar en el Evangelio, dice, pero una vez que uno comprende el significado de la frase, solo se puede concluir que es correcta.
"Stella Maris", Estrella del Mar, se compone de dos palabras: "estrella" y "mar". Según el obispo Galea-Curmi, este título es alegórico y subraya el papel de María como la que guía a las almas a Cristo. María nunca trató de llamar la atención sobre sí misma, sino siempre hacia Cristo. Citando varios ejemplos, el obispo auxiliar recordó que, cuando el ángel Gabriel se le apareció a María, la respuesta de la Virgen fue: "Yo soy la esclava del Señor”.
“A lo largo de toda nuestra vida, nos lleva a Cristo”. Hablando del mar, el obispo explicó que, cuando uno vive en una isla, sabe por experiencia que a veces el mar está en calma, mientras que otras veces está agitado: así también la vida sufre este tipo de cambios. Según el obispo, María nos guía en nuestras vidas, ya sea que estemos pasando por períodos tranquilos o agitados.
Y para citar a san Bernardo: "Si te invaden las olas del orgullo, de la ambición, de la calumnia, de los celos, mira a la estrella, ¡invoca a María!”. Agrega que María, como guía-estrella, no solo es necesaria en la vida del individuo, sino también para la Iglesia. Es una señal de esperanza que nos ayuda a superar el miedo.
Al concluir su homilía, nos recordó que María es la estrella que nos llevará a Cristo y que, una vez hayamos llegado, encontraremos felicidad y paz.
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