ESPRESSO ESPIRITUAL 01 DE ENERO.
Que tus despertares te despierten.
Y que al despertarte, el día que comienza, te entusiasme.
Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana en cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino, esforzándote por hacerle la vida bonita a los demás.
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque “sólo” se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el día , aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer al Creador, por el milagro de la vida y la salud, ese misterio fantástico.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus brazos, abracen
Y que tus besos, besen
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.
Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la tarea satisfactoria realizada durante el día.
Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio.
Y que no te creas más que nadie, porque, solo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio de Dios, y que, si fuésemos realmente valientes, bailaríamos y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello.
Es un pequeñísimo homenaje al misterio de la vida que nos acoge, nos abraza y nos bendice. Demos gracias a Dios.
Feliz y bendecido AÑO NUEVO.
Laus Deo
Alabado sea Dios.
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