==UN MINÚTO CON MARÍA==

24 DE MARZO, 2024

"María llega a visitar a su pueblo durante la Guerra de los Cien años en Champaña"

Sitio reconocido de oración mariana en Francia después del siglo XIII, el santuario dedicado a María era originalmente solo una pequeña capilla situada en L'Espine, en Champaña (este de Francia). Se reveló como lugar de peregrinación en 1405, tras el descubrimiento por unos pastores de una pequeña estatua de la Virgen en una zarza ardiente. “Nuestra Señora de la Espina, protectora de Champaña” y patrona principal de la diócesis de Châlons, es invocada en particular en los nacimientos y para proteger a los niños pequeños.

Este es el relato del descubrimiento de la estatua de Nuestra Señora de la Espina, escrito por Edme Baugier en 1721:

«En los tiempos convulsos de la Guerra de los Cien Años*, en el año 1400, en vísperas de la fiesta de la Anunciación, un pastor de la granja que llevaba su rebaño por la tarde hacia la capilla, vio en medio de un gran arbusto de espinos, una luz extraordinaria, de la cual las ovejas, asustadas, huyeron hacia la llanura. Solo los corderos se acercaron e hicieron que el pastor también lo hiciera para examinar de dónde provenía la luz.

El pastor descubrió que en aquel matorral había una pequeña imagen de la Virgen sosteniendo a su Hijo en brazos: pero la luz lo deslumbró tanto que cayó al suelo. Y, como la luz aumentó al caer la noche, gente de todos los lugares desde donde se podía ver, acudieron y particularmente de los pueblos de Courtisols y Melette: la luz duró toda la noche y todo el día siguiente. El lugar era muy alto y la luz se veía desde más de 10 leguas a la redonda.

Finalmente la luz desapareció. Los sacerdotes de los pueblos circundantes y de Melette decidieron ir a ver el arbusto que encontraron tan verde como en pleno verano y, habiendo retirado la imagen que aún se conserva en la iglesia de l'Espine, la llevaron a la capilla. Este milagro atrajo a una infinidad de personas, que acudían de toda Champaña a esta capilla, donde hacían considerables ofrendas que se recaudaron para la construcción de la iglesia».

En 1445, las cartas patentes del Rey de Francia mencionaban la visita al lugar de «grandes personajes por los grandes milagros realizados en honor de la gloriosa Virgen María y los numerosos donativos para construir un edificio grande y majestuoso». En 1914, el santuario recibió el título de basílica. Aún hoy, los peregrinos acuden a encender una vela al pie de la estatua de María y a beber agua de su pozo.