==UN MINÚTO CON MARÍA==

15 DE SEPTIEMBRE, 2024

"Muchas vocaciones han nacido en Medjugorje"

Una pareja estadounidense tomó el avión con destino a Medjugorje* y allí se encontró con un joven sacerdote. Durante la conversación, él les mostró una foto suya y dijo: “Este fui yo una vez” (1992). Llevaba aretes en las orejas y en la nariz, el cabello le llegaba hasta la cintura, tenía una guitarra en la mano. ¡La sorpresa que se llevó la pareja al ver a este inadaptado transformado en un joven y amigable sacerdote con alzacuellos romano!

«Tenía entonces 20 años y mi vida era un desastre. El dolor que causé a mis padres los llevó a hacerse católicos. Una tarde vi sobre la mesa un libro: “La Reina de la Paz visita Medjugorje”, del P. Pelletier. Una vez que lo abrí, no pude cerrarlo. Terminé de leerlo a las 3:00 de la mañana.

Al día siguiente le pregunté a mi madre dónde podía ver a un sacerdote católico, pero apenas podía pronunciar la palabra sacerdote. Estaba lleno de orgullo. Asistí a mi primera Misa ese día, sentado al fondo de la iglesia. Cuando terminó la celebración, le pregunté al sacerdote: “¿Jesús es el que está en el altar?". ¡Era realmente Él! ¡En una noche recibí toda mi formación católica leyendo ese libro! ¡Recibí todos los fundamentos de la fe!

Perdí a todos mis amigos cuando se enteraron de que me estaba volviendo católico. Inmediatamente escribí a todas las congregaciones de sacerdotes de la Iglesia. Elegí la que tenía dos veces el nombre de María: los Marianistas de la Inmaculada Concepción. Al no haber terminado la secundaria, ¡me obligaron a estudiar durante diez años para ser sacerdote! Fui ordenado hace tres meses (2004).

Actualmente tenemos 9 candidatos en formación en Stockbrige, un pueblo de Massachusetts, en Estados Unidos, ¡y cada una de esas vocaciones nació en Medjugorje! María ha entrenado a un excelente ejército de “pequeños” en todo el mundo. Por el momento están ocultos. ¡Un día Ella desplegará su ejército y, ese día, todas sus victorias le serán arrebatadas al Enemigo! ¡Será fabuloso! ¡El ejército de María ya está listo!».

Testimonio del P. Donald Calloway