"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

domingo, 3 de diciembre de 2017






==UNA FIESTA MARIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO==

3 de Diciembre.

♡NUESTRA SEÑORA DE LAS VICTORIAS♡

En esta parroquia de París se promovió por inspiración divina la consagración al Inmaculado Corazón de María (1836)
Aquí se inauguró la adoración nocturna al Santísimo Sacramento el 6 de diciembre de 1848.

Nuestra Señora de la oración aparece junto a una estatua de Nra. Sra. de las Victorias

Introducción

De los tres eventos marianos ocurridos en París al principio del siglo 19, en los que Dios habló sobre el Inmaculado Corazón de María, el segundo fue el mas explícito en su referencia a ese Corazón. (El primero siendo la aparición de la Virgen a Santa Catalina Labouré en Rue du Bac en la que pidió la Medalla Milagrosa y el tercero, el Escapulario Verde).

Este segundo evento ocurrió en 1836, en la Parroquia de Nuestra Señora de las Victorias de París. Como resultado de este hecho, la parroquia se convirtió en un gran centro de devoción mariana para los franceses.

Historia de la iglesia de Nuestra Señora de las Victorias

Para apreciar el significado del evento ocurrido en 1836 en esta iglesia, es necesario entender su historia.

En Diciembre de 1629 fue puesta la primera piedra de la iglesia conventual de los padres Agustinos, llamados "Los Padrecitos", a la cual Luis XIII, que financiaba los trabajos, le puso el nombre de "Nuestra Señora de las Victorias", en reconocimiento a la Virgen por sus recientes victorias que garantizaron la unidad de su reino.

Uno de los hermanos legos del convento, el hermano Fiacre, oraba ante Nuestra Señora por el nacimiento del heredero al trono, esperado hacía 15 años: Louis Diedonné, futuro Luis XIV.

Pero Dios tenía mayores designios y se valió de aquello para demostrar a los hombres otras victorias mucho mas importantes y definitivas para toda la humanidad que se lograrán por intercesión de su madre. La Virgen quería aquel lugar para atraer hacia Dios a sus hijos dispersos por el pecado y sus consecuencias, que son las guerras y el ateismo. El mismo hermano Fiacre, a su regreso de una peregrinación a Savona (Italia), comenzó a invocar a Nuestra Señora de las Victorias bajo el vocablo "Refugio de los Pecadores".

Durante la Revolución Francesa, cuando se extendió el terror por toda Francia, los padres Agustinos fueron expulsados de su convento y en su iglesia instalaron la bolsa de valores. Las cosas cambiaron cuando Napoleón quiso, por intereses políticos, aparentar ser amigo de la Iglesia, de modo que entre 1800 y 1809 la iglesia pudo ser erigida en parroquia. Pero, como estaba en un barrio de negocios y la revolución había causado un gran abandono de la fe, habían muy pocos feligreses. Los esfuerzos humanos no lograban mejorar las cosas. Había una iglesia abierta pero los corazones estaban muy lejos de Dios.

Así eran las cosas cuando el 27 de agosto de 1832, el Padre Carlos Eléonor des Genettes fue instalado como párroco de Nuestra Señora de la Victorias. La Iglesia estaba abandonada y pobre. El estado espiritual de la parroquia era tan decadente que el domingo siguiente a su asignación como párroco, el sacerdote pudo contar como asistencia solamente a 4 personas además del coro, y durante todo el año de 1835, solamente 720 comuniones fueron distribuidas.

Por cuatro años y medio, el párroco soportó la tortura espiritual de ver todos sus esfuerzos y trabajos no dar fruto. Empezó a deprimirse por la esterilidad de su ministerio y por la aparente desesperanza de su situación. Así se encontraba el sacerdote cuando el 3 de diciembre de 1836, mientras celebraba la Santa Misa en el altar de la iglesia de Nuestra Señora, hizo las oraciones de la liturgia de la época. Pronunció las palabras: ¨Judica me¨, sintió una gran conmoción interior. ¨¡Júzgame, oh Señor!"

Si el Señor fuera a juzgarlo, ¿cómo lo encontraría? ¿Quizás como un fracasado?. "¿Ha habido un sacerdote tan estéril en su ministerio como yo?" -Se preguntó interiormente.

Este pensamiento, que muchas veces vino a su mente, en ese momento se convirtió como en una espada que traspasaba su corazón. No podía pensar en nada mas que en esto, hasta el punto que no pudo concentrarse en las restantes oraciones de la Misa. Concluyó que lo mejor era presentar su renuncia como párroco.

Cuando comenzó la Oración Eucarística, hizo un esfuerzo supremo para recogerse y concentrarse en el momento sublime de la Consagración. Sin embargo, se sintió mas perturbado que nunca. Suplicó al Señor que lo librara de las distracciones para ofrecer el Santo Sacrificio en un estado digno. Fue entonces cuando escuchó muy claramente unas palabras que se le pronunciaron con gran solemnidad: "Consagra tu parroquia al Santísimo e Inmaculado Corazón de María".

Estas palabras resonaron en su corazón, e inmediatamente experimentó una gran paz interior, desapareciendo la obsesión de pensamiento que había tenido unos minutos antes. En la conclusión de la Misa y durante el tiempo de acción de gracias, repasaba en su mente todo lo que había ocurrido. Se dijo a si mismo que todo había sido una fantasía, producto de su imaginación. Pero cuando se iba a levantar de su silla para terminar la celebración de la Santa Misa, volvió a escuchar las palabras que antes oyó: "Consagra tu parroquia al Santísimo e Inmaculado Corazón de María". Cayó de rodillas ante esas palabras que ya había escuchado previamente. Pero todavía tenía temor de aceptarlas como auténticas, pues pensó que fueran el resultado de una ilusión. Trató de ignorarlas, de olvidarse de ellas, pero seguían viniendo a su mente con mas intensidad. Finalmente, para alcanzar su paz interior mas que por creer que habría algún resultado para su parroquia, decidió responder a la petición que había escuchado dos veces.

Ya que había resuelto obedecer a la voz, el pastor decidió entrar de lleno en el espíritu de esa petición. Era evidente que el propósito de dicha consagración de su parroquia al Inmaculado Corazón era motivar a los parroquianos a orar al Inmaculado Corazón y frecuentemente recurrir a la protección y cuidado maternal de la Santísima Virgen. Pensó que la mejor forma de llevar esto a cabo era establecer una asociación religiosa con oraciones específicas, reuniones y normas.

En ocho días el Padre Genettes tenía escritos y aprobados por el Arzobispo de París los estatutos para la asociación. El domingo 11 de diciembre anunció desde el púlpito que empezarían esa misma tarde unas devociones y oraciones para pedir al Señor, a través de la intercesión del Inmaculado Corazón de María, la conversión de los pecadores.

Ya que solo diez hombres habían asistido a la Misa y oído el anuncio, el sacerdote no esperaba que llegaran muchas personas esa tarde. Sin embargo, la Virgen María empezó a mostrar su plan cuando, después de la Misa, dos hombres que casi nunca asistían a Misa, se acercaron al P. Genettes y pidieron el sacramento de la confesión. A las siete de la tarde, la hora anunciada para empezar las devociones al Inmaculado Corazón, de cuatrocientas a quinientas personas se hicieron presente en la iglesia. Todos estaban estupefactos, no podían creer el gran número de personas que habían asistido.... por años no se había visto en esa parroquia mas de diez personas.

Al principio del servicio de oración, estaban un poco indiferentes, pero mientras avanzaban las devociones, sus corazones se fueron gradualmente derritiendo bajo el calor maternal del Corazón de María. Ya para el final, todos unían sus voces en el canto de las Letanías de Nuestra Señora y las Alabanzas Divinas ante el Santísimo Sacramento. Salieron decididos a volver a la iglesia y participar de estas devociones que habían reanimado su fe y devuelto la paz y el gozo.

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