"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

domingo, 18 de marzo de 2018



==33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA==
DÉCIMO TERCER DÍA
LUNES 19 DE MARZO
FIESTA DE SAN JOSÉ

MENSAJE
Queridos hijos: yo espero la respuesta de sus corazones de una manera muy especial; apelo a ellos por medio de mi Corazón Inmaculado para que sean mis hijos. Sus corazones son la alegría de mis tiempos venideros, estén cada uno de ustedes en esta extraordinaria unión. Queridos hijos yo los invito a entrar en este sagrado refugio para ser su guía y protección para un futuro próximo; por favor escuchen y reciban mi Corazón de esta manera, porque yo solo tengo un deseo; este deseo es el de conducirlos hacia la santificación y que su santidad es el deseo más grande de Dios en el Cielo».

¿Madre, dinos que es lo que más necesitas de nosotros en estos días?.

«Ángel mío, yo necesito y deseo solamente un corazón abierto; rueguen por esto por encima de todo lo demás y todo puede ser y será alcanzado por cada alma.

Queridos hijos: vengan a su madre y permitan que mi triunfo llene sus esperanzas y deseos». (Octubre 1 de 1993)

GUÍA

El Hijo de Dios escogió encerrarse en el vientre de una humilde sierva; Él atrajo el esplendor de su gloria a este lugar escondido, Él glorificó a su Padre y dio su majestad a esta velada concepción, Él entregó su vida a su cuidado desde su nacimiento; durante sus treinta años ocultos y aún en la cruz Él unió sus sufrimientos a los de Ella, fue Ella quien le dio la vida, lo alimentó, lo mantuvo y luego lo sacrificó por nosotros. Él comenzó su ministerio por su humilde ruego en Caná.

El Espíritu Santo escogió hacer uso del vientre de una humilde sierva; aunque Él no hubiera tenido necesidad de Ella para llevar su fruto a la culminación. Sin embargo, al ser concebido en Ella y por medio de Ella, sucedió el misterio de gracia desconocido hasta para el más ilustrado; ¿si Dios escogió esa manera para venir al mundo, ¿Quiénes somos nosotros para merecer o siquiera pedir encontrar un camino diferente para llegar de nuevo a Él? Fue del Corazón Inmaculado de María de donde las gotas de sangre fueron impulsadas para que circularan desde su corazón a su vientre, y crear la concepción de Jesús. He aquí entonces que nosotros estamos llamados una vez más a abrir nuestros corazones y permitir que Jesús sea concebido espiritualmente dentro de nuestros corazones y de allí en nuestro ser.

DIRECCIÓN

Dios quiso crear una fuente de gracia en el Corazón de Nuestra Señora, desde las cámaras del Corazón de Ella; Él desea regar estas gracias sobre todos nosotros, Él nos invita a rendirle homenaje de la manera que Él más desea: por medio de la devoción al Corazón Inmaculado de su Madre.

Dios pide que nos consagremos al Corazón de María, Nuestra Señora no pide nada para Ella misma, solo desea que se cumplan los deseos de Dios Padre. Ella quiere traer la unidad al mundo de una manera divina. Nuestra Señora nos llama a unirnos a Jesús por medio de Ella y que cada corazón sea unido por este mismo lazo.

Esta es la obra de la gracia divina que en el final veremos como la mano de Dios. Hoy Él nos envía a su Madre para prepararnos para un tiempo que nosotros no podemos anticipar; Ella viene a desplegar un mensaje y advertirnos personalmente sobre los deseos de sus suaves caricias, y nos llevara de la mano hasta su abrazo sagrado; porque no hay caricia igual que la de una madre a su hijo.

MEDITACIÓN

¡Oh Inmaculado Corazón de María!, guíanos en esta batalla por la culminación de tu triunfo; haz que toda la humanidad se junte para toda la eternidad en lo más profundo de tu triunfante Corazón Inmaculado, permite que crucemos el umbral del Cielo hasta el Sagrado Corazón de tu Hijo, crea en mi un corazón puro adornado de virtudes, fortaléceme en mis pruebas, envuelve mi alma en tu ternura y en los momentos de regocijo junta tu sonrisa con la mía. Querida Madre coloca mi corazón dentro del tuyo.

«Ahora pues hijos escúchenme; felices los que siguen mis caminos, escuchen mi enseñanza y háganse sabios, no lo desprecien» (Prov. 8:32-33))

Coronilla de las virtudes.
LA CORONILLA SE REALIZA ENTONCES DE LA SIGUIENTE FORMA:

 I. ORACIONES INTRODUCTORIAS:

 CREDO
 CONSAGRACIÓN A LA
 SANTÍSIMA VIRGEN
 EL ÁNGELUS

 EL CREDO

 Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha devenir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

 CONSAGRACIÓN CORTA A LA SANTÍSIMA VIRGEN

 Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra.
 Amén

 EL ÁNGELUS

 V. El ángel de Señor anunció a María.
 R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
 Ave María

 V. He aquí la esclava del Señor.
 R. Hágase en mí según tu palabra.
 Ave María

 V. Y el Verbo se hizo carne.
 R. Y habitó entre nosotros.
 Ave María

 V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
 R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
 Amén

 Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. »
Amén

 II. PETICIÓN DE LAS VIRTUDES

 Se realiza de la siguiente forma:

 Se pide en oración, secuencialmente, cada una de las siguientes virtudes:

Te pido Madre que alcances para mí la Virtud de la:

 a. Virtud de la Fe

 b. Virtud de la Esperanza

 c. Virtud de la Caridad

 d. Virtud de la Humildad

 e. Virtud de la Paciencia

 f. Virtud de la Perseverancia

 g. Virtud de la Obediencia

 Con cada una de la petición por las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:

 1. Padre Nuestro...
 2. Gloria al Padre...
 3. Oración al Espíritu Santo

 La Oración al Espíritu Santo fue revelada:

 Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios. Amén. (Diciembre 23 de 1991)

 III. ORACIONES FINALES

 Para terminar, se hacen las siguientes oraciones también reveladas:

 ¡OH MARÍA
 ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

 ¡OH MARÍA!

«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.

 Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día». (Marzo 19 de 1993)

 ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

 Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a través de nuestras vidas.

«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre. » (Junio 6 de 1992)

«Espíritu de Cristo: despiértame;

 Espíritu de Cristo: muéveme;

 Espíritu de Cristo: lléname;

 Espíritu de Cristo: séllame.

 Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;

 Sé en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean». Amén (Junio 7 de 1992)

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