"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

lunes, 2 de abril de 2018



==33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA==
VIGÉSIMO OCTAVO DÍA
MARTES 3 DE ABRIL

MENSAJE
Ángel mío, ten conocimiento que yo tengo grandes expectativas de estos días. Ten la seguridad de que yo permanezco contigo. Te pido que traigas a la luz la importancia de los deseos de Dios por la consagración. Espero traer la luz de las gracias sobre mis hijos de esta forma. Por medio de un corazón abierto, puede el mundo convertirse en un paraíso interior y exteriormente.

Yo vengo a traerle al mundo regocijo, consuelo y una advertencia, con cariño. Quédate conmigo, mí querido Ángel, permite que mi corazón brille al mundo en ti ya través de ti. Que la paz de mi hijo esté contigo». (Septiembre 18 de 1.993)

GUÍA

Fue por medio de Nuestra Señora como la salvación del mundo comenzó y es a través de Ella como será consumada. La Santísima Virgen nos ha sido revelada y dada a conocer por el Espíritu Santo, a fin de que a través de Ella, Jesús pueda ser conocido y amado. Ahora, en estos últimos tiempos, Dios desea que conozcan a Su Hija, la obra maestra de su creación.

El desea ser glorificado y alabado en Ella y a través de Ella por todos. Jesús vino a nosotros por el portal del Cielo dentro de su vientre, y Ella debe ser reconocida a fin de que Jesús también lo sea. De modo que es por Ella que todas las almas que han de brillar especialmente en Santidad, han de encontrara Nuestro Señor dentro de su Inmaculado Corazón. Nadie puede encontrara María si no la busca. Nadie puede desearla sin conocerla. Es entonces necesario, para la mayor gloria de Dios, que cumplamos con su profundo deseo de honrar a su Madre.

DIRECCIÓN

Debemos buscar la faz de Nuestra Señora cada mañana tal como un niño busca la cara de su madre cuando se despierta; y si no la ve, comienza a llorar hasta que ella se acerca. Así debemos tratar a Nuestra Madre, María. No debemos temer llamarla a Ella cuando estamos seguros de su paradero. Si nos sentimos solos, no debemos dudar en llamarla inmediatamente. Debemos escudriñar en busca de su mano, asirnos a Ella y no soltarla jamás. Es por medio de nuestra consagración como estaremos aptos para encontrar su mano en medio de la oscuridad.

MEDITACIÓN

¡Oh Inmaculado Corazón de María!, tú tienes el poder de cambiar corazones, transforma el mío. Hazme un hijo digno de tenerte a ti por Madre. Fijo mi mirada de esperanza en Ti, a fin que pueda encontrar tu bello rostro cada mañana. Permíteme que por medio de mi consagración a Ti pueda tomar tu mano para siempre.

«María, por su parte, observaba cuidadosamente todos estos acontecimientos y los guardaba en su corazón» (Lucas 2:19)

Coronilla de las virtud.
LA CORONILLA SE REALIZA ENTONCES DE LA SIGUIENTE FORMA:

 I. ORACIONES INTRODUCTORIAS:

 CREDO
 CONSAGRACIÓN A LA
 SANTÍSIMA VIRGEN
 EL ÁNGELUS

 EL CREDO

 Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha devenir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

 CONSAGRACIÓN CORTA A LA SANTÍSIMA VIRGEN

 Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra.
 Amén

 EL ÁNGELUS

 V. El ángel de Señor anunció a María.
 R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
 Ave María

 V. He aquí la esclava del Señor.
 R. Hágase en mí según tu palabra.
 Ave María

 V. Y el Verbo se hizo carne.
 R. Y habitó entre nosotros.
 Ave María

 V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
 R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
 Amén

 Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. »
Amén

 II. PETICIÓN DE LAS VIRTUDES

 Se realiza de la siguiente forma:

 Se pide en oración, secuencialmente, cada una de las siguientes virtudes:

Te pido Madre que alcances para mí la Virtud de la:

 a. Virtud de la Fe

 b. Virtud de la Esperanza

 c. Virtud de la Caridad

 d. Virtud de la Humildad

 e. Virtud de la Paciencia

 f. Virtud de la Perseverancia

 g. Virtud de la Obediencia

 Con cada una de la petición por las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:

 1. Padre Nuestro...
 2. Gloria al Padre...
 3. Oración al Espíritu Santo

 La Oración al Espíritu Santo fue revelada:

 Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios. Amén. (Diciembre 23 de 1991)

 III. ORACIONES FINALES

 Para terminar, se hacen las siguientes oraciones también reveladas:

 ¡OH MARÍA
 ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

 ¡OH MARÍA!

«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.

 Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día». (Marzo 19 de 1993)

 ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

 Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a través de nuestras vidas.

«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre. » (Junio 6 de 1992)

«Espíritu de Cristo: despiértame;

 Espíritu de Cristo: muéveme;

 Espíritu de Cristo: lléname;

 Espíritu de Cristo: séllame.

 Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;

 Sé en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean». Amén (Junio 7 de 1992)

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