"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

domingo, 8 de abril de 2018



==33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA==
TRIGÉSIMO TERCER DÍA
DOMINGO 8 DE ABRIL

II DOMINGO DE PASCUA
«DE LA DIVINA MISERICORDIA»

MENSAJE

«Ángel mío, deseo pedirles a todos mis hijos: antes de comenzar el Acto de la Consagración, antes de la primera palabra de promesa de sus corazones, que deben examinar su vida interior. La unión de nuestros corazones esta hecha de puros obsequios de amor. Si no encuentran que este es el motivo, el alma debe detenerse, retroceder y volver a comenzar. Solamente cuando esté invadida por un irresistible amor por mi Inmaculado Corazón podrá consagrarse definitivamente».

«Este es el verdadero Acto de Consagración, un intercambio de corazones con una total entrega tuya a mi amor y una entrega total de mi amor hacia ustedes. El amor es el único regalo del Padre, con el amor viene todo lo demás. Tu no puedes florecer en este acto sin la base de amar».

«Ángel mío, con esto grabado en el centro de tu corazón, estaré en condiciones de traer a cada corazón a la senda de mi Hijo».

Madre, «¿Es ésta la única razón por la que tu deseas que el alma se dirija a ti?».

«Si, mi ángel, yo comienzo hoy a preparar la actitud de los corazones que van a ser consagrados». (Marzo 3 de 1.993)

GUÍA

El propósito total de todo esto es traer cada alma a su estado original ante Dios, sin pecado, como Él la creó en un principio. Si el enfoque del Cielo es traer a las almas de regreso dentro de la perfección para la cual fue creada, la consagración debe ser realizada como un acto para el mismo propósito. El plan inicial de Dios Padre, al enviar a su Hijo sobre la tierra, fue el de llevar a todas las almas a su estado original, entonces cada acto que cualquiera haga debe ser por la misma razón.

La consagración, por lo tanto, debe tener todas las cualidades redentoras que estarán presentes dentro de Nuestra Señora. Este es el camino que le permite a Ella realizar su misión como Corredentora y en unión con Jesús traer las cualidades redentoras de El, lo que se convierte en el verdadero propósito de la Consagración.

DIRECCIÓN

En todas nuestras acciones para complacer a Dios encontraremos estas señales por las que podemos conocer si realmente lo hemos hecho solo por Dios:

Primero: Si cuando tu trabajo no ha tenido éxito, tú no estás molesto sino que permaneces tan tranquilo como si hubieras alcanzado tu meta.

Segundo: Te regocijas en las cosas buenas hechas por otros como si hubieran sido hechas por ti mismo. Al alma que busca nada más que la divina voluntad de Dios no le importa si algo bueno ha sido hecho por otro o por uno mismo.

Tercero: Si no deseas un trabajo más que otro porque estás contento con el que te asignan.

Cuarto: Si realizas un buen trabajo, no deseas gracias o reconocimiento sino que permaneces con la misma tranquilidad de mente, aún cuando seas maltratado, satisfecho porque le has dado alegría a Dios.

Quinto: Si tu trabajo es interrumpido en un momento dado, no te molestas.

Es por medio de estás guías como podrás darle paz a tu alma y traer la mayor gloria a Dios.

MEDITACIÓN

¡Oh Inmaculado Corazón de María!, concede a mi alma en esta consagración a través de Ti, las gracias para conservar la paz y la tranquilidad en todas mis acciones. No permitas que mis propios deseos nublen las riquezas de tu cosecha. Ruego que nunca busque mis propios fines en mis tareas, sino conseguir el cumplimiento de tu Triunfo.

Dale a mi alma la gracia de aceptar mi trabajo y de completarlo por amor a Él. En mi «Sí» le doy a Él todo mi pasado, presente y futuro, alegrías y tristezas, oraciones y sacrificios, todo lo que soy y todo lo que el Padre moldeara en mi.

«También sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman» (Romanos 8:23)

Coronilla de las virtudes.
LA CORONILLA SE REALIZA ENTONCES DE LA SIGUIENTE FORMA:

 I. ORACIONES INTRODUCTORIAS:

 CREDO
 CONSAGRACIÓN A LA
 SANTÍSIMA VIRGEN
 EL ÁNGELUS

 EL CREDO

 Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha devenir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

 CONSAGRACIÓN CORTA A LA SANTÍSIMA VIRGEN

 Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra.
 Amén

 EL ÁNGELUS

 V. El ángel de Señor anunció a María.
 R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
 Ave María

 V. He aquí la esclava del Señor.
 R. Hágase en mí según tu palabra.
 Ave María

 V. Y el Verbo se hizo carne.
 R. Y habitó entre nosotros.
 Ave María

 V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
 R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
 Amén

 Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. »
Amén

 II. PETICIÓN DE LAS VIRTUDES

 Se realiza de la siguiente forma:

 Se pide en oración, secuencialmente, cada una de las siguientes virtudes:

Te pido Madre que alcances para mí la Virtud de la:

 a. Virtud de la Fe

 b. Virtud de la Esperanza

 c. Virtud de la Caridad

 d. Virtud de la Humildad

 e. Virtud de la Paciencia

 f. Virtud de la Perseverancia

 g. Virtud de la Obediencia

 Con cada una de la petición por las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:

 1. Padre Nuestro...
 2. Gloria al Padre...
 3. Oración al Espíritu Santo

 La Oración al Espíritu Santo fue revelada:

 Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios. Amén. (Diciembre 23 de 1991)

 III. ORACIONES FINALES

 Para terminar, se hacen las siguientes oraciones también reveladas:

 ¡OH MARÍA
 ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

 ¡OH MARÍA!

«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.

 Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día». (Marzo 19 de 1993)

 ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

 Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a través de nuestras vidas.

«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre. » (Junio 6 de 1992)

«Espíritu de Cristo: despiértame;

 Espíritu de Cristo: muéveme;

 Espíritu de Cristo: lléname;

 Espíritu de Cristo: séllame.

 Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;

 Sé en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean». Amén (Junio 7 de 1992)

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