María, Madre de la esperanza, este día acudimos a ti, te elevamos nuestra súplica como tus hijos imploran a su Madre. Santa Virgen María míranos con tus ojos compasivos, mira el sufrimiento de tus hijos, Madre nuestra estamos viviendo momentos muy difíciles y muchos de tus hijos están sufriendo, por eso imploramos tu intercesión. María acércanos a tú Hijo queremos ser sus amigos, para experimentar la paz y alegría que sólo provienen de Él. Y aunque esté rodeado de enormes dificultades, aunque la pandemia nos aseche, no me siento solo ni desamparado, pues Jesús va conmigo. Ensañame a ser un verdadero discípulo de Tú Hijo, que aprenda a ir detrás de Jesús con mi vida entregando lo que tengo y lo que soy, mi vida gire en torno a Cristo. Y cada vez me asemeje más a Él para que a través de mis obras conozcan que soy un verdadero cristiano. Amén