==UN MINÚTO CON MARÍA== 

2 DE OCTUBRE, 2021

¿Cómo imitar el fiat de María?

Después de alcanzar todos los peldaños del éxito según el mundo, el padre Quan Tran, exfiscal de distrito del condado de Orange en California, se convirtió en sacerdote católico, al sentir que algo faltaba en su vida.

En sus palabras, proviene de una "familia católica tibia". La que era su novia en ese momento lo invitó un día a ir con ella a Misa. Recitando el Rosario, yendo a la Misa diaria y asistiendo a la Adoración Eucarística, se convirtió en un ferviente defensor de la Santísima Virgen. Su vida cambió, su fe floreció y pudo escuchar su vocación al sacerdocio.

K. McGregor le pregunta: "¿Es verdad que debemos tomar en serio las últimas palabras de la Santísima Virgen María en las Escrituras, «Hagan lo que él les diga»?”.

El padre Quan Tran responde: “Sí, es el secreto de la santidad. Innumerables santos hablan de conformar nuestra voluntad con la de Dios. María lo hizo a la perfección. Jesús lo hizo perfectamente. Muchos santos lo han hecho perfectamente. Sin embargo, esto es algo que nos resulta muy difícil de hacer”.

McGregor: “Muchas personas, incluidos muchos católicos, se sienten muy ansiosos y tienen miedo al ver lo que está sucediendo en el mundo. Se preguntan qué pueden hacer. Y la respuesta, claro, es que hay que rezar y escuchar, pero también hay que amar”.

Padre Tran: “Es cierto. Creo que nuestra cultura no sabe realmente qué es el amor, porque escucha esa palabra por todas partes y se usa mal. Comprendemos por qué la gente permanece indiferente cuando se le propone una solución; pero necesitas comprender la definición de amor para tener una idea clara de él. Santo Tomás de Aquino nos dice que amar es querer el bien de los demás. María vivía en esta tierra y era humana como nosotros. Tuvo que enfrentar dificultades, pecados, decepciones, retos, sufrimientos. No era inmune a todo eso. De hecho, probablemente sufrió más que cualquier otra persona (…).

Muchas personas tienen mucho cuidado con lo que comen, pero consumen imágenes y videos abominables y dañinos sin pensar en las consecuencias. Tenemos que vigilar nuestros ojos y nuestros oídos. Tenemos que eliminar esos obstáculos, cerrar las puertas al mal y el pecado que se filtran en nuestras vidas y nos impiden crecer en santidad”.