==UN MINÚTO CON MARÍA==

6 DE FEBRERO, 2022

«Ella vio en la Presencia de la Virgen María a su gran educadora»

Por gracia, un día de diciembre de 1928, durante una misión parroquial en Châteauneuf Galaure (sureste de Francia), Marta Robin (1) tuvo, al recibir los sacramentos, un encuentro decisivo y definitivo con el Corazón de Jesús en la cruz.

Una nueva vida invadirá su cuerpo y corazón. Todo se aclara, todo cobra sentido: esta enfermedad que podría haberla llevado a una lenta y segura destrucción de su persona a diferentes niveles, se convierte, por paradójico que parezca, en «oportunidad» de otra vida que se construirá de manera diferente. «Después de años de angustia, después de muchas pruebas físicas y morales, me atreví, y escogí a Cristo Jesús». Recibe del Corazón de Cristo en la cruz el sentido de su vida de enferma: que unida a la de Cristo puede hacerse fecunda para la Iglesia y para el mundo.

En ese momento, Marta Robin elige una vida conforme a la de Jesús y su amor crucificado: «El Corazón de Jesús en la cruz es la morada inviolable que he elegido en la tierra». Su párroco, el padre Faure, fue testigo de este acontecimiento y la acompañó en este nuevo camino.

Su vida espiritual y su vida mística se desarrollan ahora en el seno mismo de su vida de enferma, que se convierte en un medio de unión y comunión, lugar de ofrenda y de abandono. Este es el comienzo de las gracias de unión.

Vive en la presencia de la Virgen María, su gran educadora, su madre querida. Ahora vive la Palabra de Jesús: «Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida» (Jn 6,55). El deseo de apostolado, la exigencia del amor, se apoderan de ella: «soy muy codiciosa, tengo verdaderamente hambre de trabajar por el amor y la gloria de Dios».

Extracto de Marthe Robin et le Père de Montfort (Marta Robin y el padre Monfort)