==UN MINÚTO CON MARÍA==

16 DE SEPTIEMBRE, 2022

El Rosario nos reúne como un único y gran ejército guiado por el Papa

Rezamos el Rosario en familia todos los días, desde que mi hija Cecilia tenía 9 años. En ese momento, yo era editor del National Catholic Register(1) y un día mi hija me comentó: “Papá, en tu periódico siempre hablas de la importancia de rezar el Rosario y, sin embargo, ¡nunca lo rezamos en casa!”.

Desde entonces, lo rezamos a diario. Ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado. A lo largo de los años, hemos notado que rezar el Rosario en familia fortalece nuestros vínculos e incluso, cuando rezamos solo una parte o de forma rápida, aburrida o distraída, nos sentimos agradecidos de haber compartido ese momento. ¿Por qué?, nos preguntamos.

San Juan Pablo II responde a esta pregunta en la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae: “Reza el Rosario delante de tus hijos y, mejor aún, con tus hijos. Esto les permite acostumbrarse a practicar esta pausa religiosa con la familia desde una edad temprana. Esto es muy bueno para el desarrollo de su espiritualidad”.

Esta práctica te permite calmar la agitación de la casa y concentrarte en Dios, en lugar de en ti mismo. Los beneficios de esta oración familiar son tanto psicológicos como emocionales. Pero hay muchos otros.

Cuando era obispo, el papa Francisco se unió a un grupo que rezaba el Rosario con san Juan Pablo II: “Recé en medio de los fieles. Todos pertenecíamos a Dios. Nuestro representante nos guio. Sentí que este hombre, elegido para ser la cabeza de la Iglesia, estaba siguiendo un camino que le había sido marcado desde la infancia. Entonces comprendí la importancia de María en la vida del Papa. La Santísima Madre estuvo presente a su lado en todo momento y nunca dejó de quererla. A partir de ese día comencé a recitar los quince misterios del Rosario todos los días”.

El Rosario nos une a todos en torno a Jesús y María. Nos une también a todos los creyentes del mundo, como si fuéramos un solo y gran ejército dirigido por el Papa.