Salve.
Salve, mar de penas.
Salve, triste Madre.
Salve, Dolorosa,
llena de piedades.
Ruega por nosotros,
Dolorosa Madre.
Después del destierro
muéstranos afable,
a Jesús tu hijo,
fruto deleitable.
Ruega por nosotros,
Dolorosa Madre.
Todos tus esclavos,
a tus pies leales
piden de sus culpas,
perdón les alcances.
Ruega por nosotros,
Dolorosa Madre.
Amén
El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
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