"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

miércoles, 18 de septiembre de 2019



==NOVENA PARA LOS SACERDOTES==
DÍA 5

ORACIÓN DIARIA.
“Benditos Corazones Unidos de la Santísima Trinidad junto con el Inmaculado Corazón de María, les suplico que me ayuden en cada una de mis debilidades e imperfecciones. Recuérdenme siempre que mi vocación es un don suyo. Ayúdenme a ser una imagen del Amor Divino para todos aquellos a los que yo sirvo. Concédanme el don de conmover incluso a las almas más endurecidas".
Amén.

Día 5
“Por la intercesión del Inmaculado Corazón de María,* Santísimos Corazones Unidos, no me dejen fallar en ninguna prueba de Amor Santo o Santa Humildad. Debo darme cuenta de que la prueba es la oportunidad que Dios me da para practicar cada virtud. Les pido que yo acepte las gracias que me dan para vencer en cada prueba. Les pido que pueda yo enseñar a los demás a hacer lo mismo. Amén.” * Rezar la oración que Nuestra Señora dio a los sacerdotes el 18 de Agosto del 2007:
“Hija Mía, deseo que todos los sacerdotes reciban y recen con el corazón esta oración cada día. Esto fortalecerá vocaciones y levantará espíritus decaídos.
“Querido Jesús, me pongo bajo la Bendición Completa de los Corazones Unidos. Con esta Bendición, deseo un entendimiento profundo de mis faltas. Con tu ayuda, no me defenderé, sino que por Tu asistencia, trabajaré para vencer cada obstáculo y debilidad que me detiene en el sendero de la santidad. Imprime en mi corazón un gran amor por las virtudes, muy especialmente por el Amor Santo y la Santa Humildad, a fin de que cada virtud pueda crecer en mí. Yo deseo ser santo y deseo la santificación viviendo en la Divina Voluntad de Dios. Amén.
“Los sacerdotes que recen fielmente esta oración, recibirán Mi protección especial sobre sus vocaciones. Por Mi Mano, ellos serán guiados hacia el Corazón Paternal del Padre.”

LETANIAS POR LOS SACERDOTES.
Oremos por el Santo Padre, llénalo de coraje y de gracia, oh Señor.
A los Cardenales, arzobispos, y obispos, dadles un corazón de pastor, oh Señor.
A Los sacerdotes diocesanos, llenadlos con tu Espíritu, Señor.
A Los sacerdotes de órdenes religiosas, para que sean perfectos en tu llamado, Señor.
A Los sacerdotes que están enfermos, curarlos, Señor.
A Los sacerdotes que están en peligro, libradlos, Señor.
A Los sacerdotes que son débiles, fortalecedlos, Señor.
A Los sacerdotes que son pobres, socorredlos, Señor.
A Los sacerdotes que han perdido su celo, renovadlos, Señor.
A Los sacerdotes que están tristes, consolarlos, Señor.
A Los sacerdotes que están preocupados, dadles la paz, Señor.
A Los sacerdotes que son viejos, sostenedlos, Señor.
A Los sacerdotes que están solos, acompañadlos, Señor.
A los Sacerdotes misioneros, protegedlos, Señor.
A Los sacerdotes que son los predicadores, iluminadlos, Señor.
A Los sacerdotes que dirigen las almas, instruidlos, Señor.
A Los sacerdotes y religiosos que han muerto, llevadlos a la gloria, Señor.
A todos los sacerdotes, dadles sabiduría y conocimiento.
A todos los sacerdotes, dadles comprensión y consejo.
A todos los sacerdotes, dadles tu temor y reverencia.
A todos los sacerdotes, dadles paciencia y amor.
A todos los sacerdotes, dadles obediencia y amabilidad.
A todos los sacerdotes, dadles un entusiasmo ardiente por las almas.
A todos los sacerdotes, dadles las virtudes de fe, esperanza y amor.
A todos los sacerdotes, dadles un intenso amor por la Eucaristía.
A todos los sacerdotes, dadles lealtad al Santo Padre y a los obispos.
A todos los sacerdotes, dadles el respeto por la vida y la dignidad humana.
A todos los sacerdotes, dadles la integridad y la justicia.
A todos los sacerdotes, dadles humildad y generosidad.
A todos los sacerdotes, dadles fuerza en sus labores.
A todos los sacerdotes, dadles la paz en sus sufrimientos.
A todos los sacerdotes, dadles un gran amor por la Santísima Trinidad.
A todos los sacerdotes, dadles un gran amor por María.
A todos los sacerdotes, dejadlos ser la luz de Cristo.
A todos los sacerdotes, que sean la sal de la tierra.
A todos los sacerdotes, dejadlos practicar el sacrificio y la abnegación.
A todos los sacerdotes, que sean santos en cuerpo, mente y espíritu.
A todos los sacerdotes, dejadlos que sean hombres de oración.
A todos los sacerdotes, dejad que la fe puede brillar en ellos.
A todos los sacerdotes, que sean afectados por nuestra salvación.
A todos los sacerdotes, que sean fieles a su vocación sacerdotal.
A todos los sacerdotes, que sus manos puedan bendecir y sanar.
A todos los sacerdotes, para que mantengan encendido el amor a Dios.
A todos los sacerdotes, para que todos sus pasos sean para la gloria de Dios.
A todos los sacerdotes, para el Espíritu Santo los llene, y les de sus dones en abundancia.

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