==LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 10 DE MAYO==
María dijo sí al enviado de Dios y asumió una vida pobre y humilde, llena de privaciones, y todo el dolor que significaría ser la Madre del Crucificado.
María percibió por la fe que, siendo Madre de Jesús, era la Madre del Mesías
-Siervo sufriente de su pueblo-, por todo lo que eso suponía de dolor, humillación y muerte.
Por la fe, nosotros aceptamos a Cristo, pero debemos cobrar conciencia de que Cristo supone para nosotros sacrificios personales muy dolorosos, negaciones de nuestros gustos y conveniencias, humillaciones muy sentidas, muerte y renuncia a todo lo que no sea de Dios.
Si nos abrazamos con Cristo, abracémosnos con la cruz de Cristo.
==MADRE, QUE ERES LA OMNIPOTENCIA SUPLICANTE, RUEGA POR NOSOTROS AL PADRE==
(Padre Alfonso Milagro)
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