"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

sábado, 21 de mayo de 2022


 ==UN MINÚTO CON MARÍA==

22 DE MAYO, 2022


¿Cómo rezar a María Desatanudos?


Los numerosos testimonios de gracias recibidas muestran que las personas hacen la novena a María Desatanudos, ya sea para ellas —en caso de emergencia— o para alguno de sus seres queridos o amigos.


Sin embargo, también es posible rezar por los nudos del mundo, como nos invitó expresamente el papa Francisco cuando lanzó un maratón internacional de oración en 2021 para pedir por el fin de la pandemia. En efecto, el Papa puso este maratón de oración bajo la protección de María Desatanudos, el cual terminó con su solemne coronación.


Por lo tanto, es necesario comprender mejor qué son los nudos, su naturaleza, sus diferencias y la forma en que podemos orar a la Virgen María bajo esta advocación.


En su exhortación apostólica postsinodal Reconciliatio et paenitentia, del 2 de diciembre de 1984, el santo papa Juan Pablo II habla de las “heridas” actuales, tanto individuales como colectivas, y analiza su fundamento.


“Por muy impresionantes que a primera vista puedan aparecer tales laceraciones, solo mediante una observación profundidad se logra identificar su raíz: esta se halla en una herida en lo más íntimo del hombre. Nosotros, a la luz de la fe, la llamamos pecado; comenzando por el pecado original que cada uno lleva desde su nacimiento como una herencia recibida de nuestros primeros padres, hasta el pecado que cada uno comete, abusando de su propia libertad(1)”.


Sin embargo, es necesario precisar que el término "nudo" no es sinónimo de "pecado". En efecto, el pecado está más directamente relacionado con una responsabilidad, supone el libre consentimiento de quien lo comete, mientras que el término "nudo" es más general y puede compararse con una prueba permitida por Dios para hacernos crecer.


En el episodio del ciego de nacimiento, en el evangelio de san Juan (Jn 9,1-12), leemos: “Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: «Rabbí, ¿quién peco, él o sus padres para que haya nacido ciego?». Respondió Jesús: «Ni él peco ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios»”.


Jesús, por tanto, libera a este hombre de toda responsabilidad por su enfermedad: no es ciego de nacimiento porque él o sus padres hayan pecado. Este ejemplo nos permite distinguir la diferencia entre pecado y nudo, aunque a veces los dos coincidan o tengan una relación causa-efecto.


Rolland, Isabelle (2022). Marie qui défait les nœuds. D’un “miracle conjugal” à une dévotion universelle (“María Desatanudos. De «milagro conyugal» a devoción universal”). París: Éditorial MDN.

(1) Juan-Pablo II, exhortación apostólica Reconciliatio et paenitentia, preámbulo

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