"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

jueves, 25 de abril de 2024


 ==UN MINÚTO CON MARÍA==

25 DE ABRIL, 2024


"El milagro de Nuestra Señora del Cabo en Quebec"


Nuestra Señora del Cabo es el nombre de un famoso santuario mariano situado en Cap-de-la-Madeleine (incorporado a la ciudad de Trois-Rivières desde 2002) en Quebec (Canadá). La historia comienza en 1867, cuando la parroquia estaba en decadencia y la iglesia no tenía pastor. Cuando el P. Luc Désilets fue asignado a la parroquia, vio un cerdo dentro de la iglesia masticando un rosario.


Según el sitio web del santuario, el sacerdote se dijo a sí mismo: "¡La gente deja caer el rosario y los cerdos lo recogen!". Esta reflexión llevó al P. Désilets a prometer dedicar el resto de su vida a promover la Cofradía del Santísimo Rosario.


Sin embargo, este voto a la Virgen desencadenaría una serie de intervenciones divinas que transformaron esta pequeña iglesia perdida en medio de la nada, en un santuario nacional y dieron origen a una devoción que se extendió por todo Canadá y el mundo.


La estatua de la Santísima Virgen que se encuentra en la iglesia, es regalo de un feligrés que deseaba la intercesión de la Virgen María. La estatua está inspirada en la imagen de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, tal como se apareció a santa Catalina Labouré, en París. Zelda Caldwell cuenta lo que pasó después:


«El santuario se convirtió en un lugar de milagros en 1879. Debido al creciente número de feligreses, se pensó en construir una iglesia más grande. Ese año, las aguas del río San Lorenzo no helaron, por lo que los trineos que transportaban las piedras para la iglesia no pudieron cruzar el río. El P. Désilets pidió a los fieles que oraran por la intercesión de la Santísima Virgen y se produjo "el milagro del puente de hielo": muchos trozos de hielo flotaron río abajo hasta formar un puente que permitió continuar con la construcción».


En 1888, la iglesia fue dedicada oficialmente a Nuestra Señora, Reina del Santísimo Rosario. La noche de la dedicación, el P. Désilets, acompañado de otro sacerdote y de un feligrés, vio cómo la estatua abría los ojos. Este evento, junto con una serie de curaciones reportadas, provocó un aumento en el número de peregrinaciones a la iglesia.


El santuario de Nuestra Señora del Cabo sigue siendo hoy un lugar de peregrinación muy popular en Canadá.

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