"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

miércoles, 21 de marzo de 2018



==33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA==
DÉCIMO SEXTO DÍA
JUEVES 22 DE MARZO
JUEVES EUCARÍSTICO Y SACERDOTAL

MENSAJE
¿Queridos hijos: podemos ser todos uno?, les pido la unidad del alma y del corazón; las tareas que les mando realizar son de naturaleza divina; sí es cierto que yo ayudaré a mis hijos de Occidente, pero por encima de esto serán ustedes los que harán posible la culminación de mi triunfo para el plan divino de la gracia de Dios al mundo.

Queridos hijos: miren al Cielo, allá arriba, vean como el viento cuando sopla, mueve todas las nubes al mismo tiempo, el viento sólo las mueve y las lleva con la brisa del cielo a donde Dios quiere; de esta manera vendrá el Espíritu Santo. El hará volar tu alma y la llevará ante Él al unísono con mi Corazón».

Madre, ¿cómo haremos volar nuestros corazones de esta manera?

«Por medio de la consagración; ustedes serán liberados del mundo y capturados por Mí, vayan en paz y amor y el Espíritu Santo los moverá a convertir sus almas» (Marzo 23 de 1993)

GUÍA

Nuestra Señora nos llevará de la consagración al triunfo y de allí al Reino del Sagrado Corazón que es la parte de la Corredención en el plan de Dios; de esta manera seremos llevados a la hora final de la gracia. El propósito del triunfo es para preparar las almas a recibir la gracia redentora del Sagrado Corazón. La gracia de la hora final, es la gracia que será otorgada a las almas al momento de proceder a la venida definitiva del reino de Dios sobre la tierra; la hora en que la tierra volverá a su estado original. Nuestra Señora se refiere a la hora final como al segundo adviento que traerá la unión de los dos corazones.

DIRECCIÓN

Las almas consagradas no tienen una necesidad absoluta de mundo material, las cosas de la tierra se olvidan y las almas preservan su ser únicamente para Dios; por lo tanto, nosotros debemos consagrar cada nuevo día a su servicio, uniendo nuestra voluntad a su voluntad en su constante aceptación.

Lo más querido que tenemos es nuestra propia voluntad y Dios nos pide continuamente que se la ofrezcamos como un sacrificio; nada contenta más a Dios que el ofrecimiento de nuestra propia voluntad, sin reserva; feliz el alma que no tiene más voluntad que la de Dios

MEDITACIÓN

¡Oh Inmaculado Corazón de María!, permite que mi alma sea conducida de la manera que Dios desea; te suplico Madre querida, que me hagas saber qué es lo que más complace a Dios. Ayúdame para que mi alma viva en su divina voluntad y para que así pueda traerle el sacrificio de mi voluntad propia como una ofrenda de mi unión con Él. Haz que mi alma vuelva al unísono con los deseos del Espíritu Santo, para que pueda ser llevada solamente a los lugares que Él designe.

«Yo soy la sierva del Señor; hágase en mí lo que has dicho» (Lucas 1:38)

Coronilla de las virtudes.
LA CORONILLA SE REALIZA ENTONCES DE LA SIGUIENTE FORMA:

 I. ORACIONES INTRODUCTORIAS:

 CREDO
 CONSAGRACIÓN A LA
 SANTÍSIMA VIRGEN
 EL ÁNGELUS

 EL CREDO

 Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha devenir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

 CONSAGRACIÓN CORTA A LA SANTÍSIMA VIRGEN

 Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra.
 Amén

 EL ÁNGELUS

 V. El ángel de Señor anunció a María.
 R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
 Ave María

 V. He aquí la esclava del Señor.
 R. Hágase en mí según tu palabra.
 Ave María

 V. Y el Verbo se hizo carne.
 R. Y habitó entre nosotros.
 Ave María

 V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
 R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
 Amén

 Oremos: «Infunde Señor tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de tu hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. »
Amén

 II. PETICIÓN DE LAS VIRTUDES

 Se realiza de la siguiente forma:

 Se pide en oración, secuencialmente, cada una de las siguientes virtudes:

Te pido Madre que alcances para mí la Virtud de la:

 a. Virtud de la Fe

 b. Virtud de la Esperanza

 c. Virtud de la Caridad

 d. Virtud de la Humildad

 e. Virtud de la Paciencia

 f. Virtud de la Perseverancia

 g. Virtud de la Obediencia

 Con cada una de la petición por las virtudes se deben recitar las siguientes oraciones:

 1. Padre Nuestro...
 2. Gloria al Padre...
 3. Oración al Espíritu Santo

 La Oración al Espíritu Santo fue revelada:

 Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; Santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la gloria de Dios. Amén. (Diciembre 23 de 1991)

 III. ORACIONES FINALES

 Para terminar, se hacen las siguientes oraciones también reveladas:

 ¡OH MARÍA
 ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

 ¡OH MARÍA!

«Oh María; transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón querida Madre consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para ti.

 Ayúdame, Oh María, en hacer tu corazón más conocido cada día». (Marzo 19 de 1993)

 ORACIÓN DE PENTECOSTÉS

 Mientras se reza esta oración dada por Nuestra Señora que nuestros corazones estén abiertos para reconocer y aceptar los obsequios del Espíritu Santo, y así avancemos confiadamente en esta batalla por el triunfo del Inmaculado Corazón. Estamos llamados para transformarnos en el reflejo de Cristo, un reflejo del rostro de Dios que será una atracción para todos, para que su gloria sea magnificada a través de nuestras vidas.

«Mis queridos hijos: hoy ustedes les traen tanta alegría a mi Jesús. Yo les doy a ustedes una gran bendición de Dios. El desea crear en sus hijos unidad y gloria a Su Nombre. » (Junio 6 de 1992)

«Espíritu de Cristo: despiértame;

 Espíritu de Cristo: muéveme;

 Espíritu de Cristo: lléname;

 Espíritu de Cristo: séllame.

 Oh Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad;

 Sé en mí una fuente de virtudes, sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean». Amén (Junio 7 de 1992)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario