"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

miércoles, 11 de octubre de 2023


 ==UNA FIESTA MARIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO==


12 de Octubre.


♡Nuestra Señora de Zapopan, Jalisco México♡


Zapopan o Tzapopantl, significa “lugar entre zapotes o lugar de zapotes”. Fue un pueblo de muchos indios, perteneciente al cacicazgo de Atemajac y era feudatario del Reino de Tonalá; en Tzapopantl se le rendía un fuerte culto al ídolo llamado Teopilzintli o el dios niño, a quien le ofrecían “simbólicas ofrendas de conejos y perdices”.


HISTORIA INICIAL

En 1530, Nuño de Guzmán conquistó el Reino de Tonalá y cuando fue a reconocer todos los lugares de este reino y Zapopan quedó también conquistado después de la guerra del Mixtón (en la Barranca de Oblatos), en la cual tuvo lugar la gran concentración chimalhuacana en 1541.

La fundación de Tzapopantl se dio el 8 de diciembre de 1541 por el Encomendero Francisco Bobadilla, con indios de Jalostotitlán; el 20 de agosto de 1824 fue elevada a categoría de villa, el 13 de marzo de 1837 a cabecera de población y el 21 de agosto de 1991 a categoría de ciudad.

Ese 8 de diciembre de 1541, el padre Fray Antonio de Segovia en compañía de Fray Angel de Valencia, donó a los indios de este pueblo una pequeña imagen de Nuestra señora de la Concepción; esta imagen había acompañado cerca de 10 años a Segovia en todas sus andanzas por los pueblos de Jalisco, cargándola algunas veces en la manga de su sayal, otras en un pequeño tabernáculo de madera o colgada del pecho.


Las crónicas nos cuentan que cuando el virrey Antonio de Mendoza sitió el cerro del Mixtón y después de una fuerte batalla, subió Fray Antonio de Segovia a las fortalezas de los indios acompañado de Fray Miguel de Bolonia, llevando sólo el breviario, un crucifijo y la pequeña imagen de Nuestra Señora de la Concepción colgada al pecho; les comenzó a decir a los indios que bajasen en paz y estos quedaron conmovidos tanto por las palabras del padre como por la imagen de la Virgen.


En día y medio se rindieron más de seis mil indios, que fueron conducidos por los padres ante el virrey y éste les perdonó la vida, quedando todos en paz. Por esto, Antonio de Segovia llamaba a su pequeña imagen “La Pacificadora”.


LA IMAGEN


Entre los objetos asociados con la Virgen de Zapopan están:

Una corona imperial.

Una aureola con una paloma señal del Espíritu Santo.

Un cetro de reina.

Un bastón de generala, signo de su autoridad.

Una espada simbólica a la profecía de Simeón: "una espada traspasará tu corazón"(Lc 2,34-35).

Un píxide o relicario con un Niño Dios pequeñito, símbolo de la presencia de Jesús en María.

Una luna a sus pies, signo profético del Apocalipsis (Ap 12,1-2)

Una banda de generala del Ejército Mexicano.

Un pedestal de plata.

Se le suele ver vestida de peregrina cuando sale de su Basílica, que fue visitada por el Papa Juan Pablo II.


La imagen mide 34 cm y es aparentemente cañas de maíz, yuxtapuestas y pegadas con engrudo, por lo que se cree fue hecha en Michoacán, donde era muy común este procedimiento en el tiempo de la conquista. Sus manos parecerían ser de madera y sus facciones toscas. Muchas imágenes de estas características debieron su origen a los misioneros franciscanos que las establecieron en los hospitales bajo la advocación de la Concepción o en su mayoría, como ya indicamos, bajo el nombre del pueblo al que las entregaban.


Según nos cuenta el cronista Fray Francisco Frejes, que cuando la traía el padre Segovia, sólo tenía medio cuerpo y después se le formó la otra parte que le hacía falta.


Los franciscanos trataron de encontrar datos en su construcción, para asegurar su origen español, si no de su totalidad, sí de la cabeza y manos, por ser más duras que el resto del cuerpo; sin embargo su peso, más ligero que el de la madera, no les permitió asegurarlo del todo.


Otro dato era el color de su piel, moreno como el de los nativos, y su estatura, situación fácil de resolver con los siguientes argumentos de Fr. Luis del Refugio: Primero, “el color es algo oscuro, más bien debido a la mucha antigüedad, ya que desde hace siglos, está y ha estado cubierta con uno y aún con dos velos , uno grande y otro pequeño (en la actualidad ya no se cubre)… y esta privación de una luz llena es causa de que las esculturas que están coloridas con aceite se vayan amarillando y oscureciendo; el humo que se introduce por los resquicios del nicho, también ha traído su contingente, de suerte que hoy por hoy, es su tez morena o de un trigueño oscuro”.


Segundo, “Las proporciones del cuerpo diminuto —34 centímetros de pies a cabeza— indican que quisieron figurar a una niñita”.


El estudio de otras imágenes antiguas, hechas por investigadores, les permitió concluir “en opinión de un distinguido botánico, que es posible fueran hechas con médula de Tacote Amarillo, puesto que ésta se compone casi exclusivamente de celulosa; no así la del tallo de maíz —del que aseguraban estaba construido el cuerpo—, que por su gran contenido de agua, hace que se enjute al secarse. Con relación al aglutinante —o pegadura entre las cañitas que dan el volumen y forma—, dice conocer el arbusto llamado vulgarmente Palo Bobo en Jalisco y Palo Blanco en otras regiones, que secreta un látex con cualidades adhesivas que puede servir para el caso. Como el tacote crece frecuentemente en los campos de maíz, puede explicarse la confusión general al atribuir a esta última planta la médula que se empleaba en hacer la pasta Michoacana”.


El tipo de esmalte utilizado, fue otra guía para asegurar que “Nuestra Señora de Zapopan es del todo mano indígena”, total hechura mexicana.


Actualmente la Virgen está de pie pisando una media luna; la túnica está pintada de rojo y el manto azul obscuro fileteado de oro; sus manos están juntas ante el pecho; para poderle adaptar vestiduras de tela, le desbarataron el manto sobre el hombro, alrededor de su cabeza y bajo los brazos. Tiene los ojos pintados, sus labios un poco gruesos y cerrados, tiene el honor de ser la primera imagen que se veneró en tierras jaliscienses.


Siempre viste riquísimas telas de oro y plata, algunas veces viste de azul y blanco o de rojo y azul; en el pecho cruzada una banda azul bordada de oro, debajo de sus manos está un relicario de oro y piedras preciosas, con un niño Jesús de oro en el centro.


Muestra un cetro de oro adornado con perlas, brillantes y rubíes; un bastón de oro, dos medallones y unas llaves del mismo metal, también tiene un pequeño veliz de oro, por haber sido declarada “Patrona de los Agentes Viajeros”.


Sobre su rizada caballera postiza, está una corona imperial de oro, adornada con esmeraldas, brillantes, perlas y otras piedras preciosas; alrededor de su cabeza está una aureola del metal amarillo con piedras preciosas, con una paloma blanca en actitud de descender representando al Espíritu Santo.


A sus pies aparece una media luna de oro, esta imagen pisa sobre una prenda de plata maciza, con un peso de 55 kilos, en forma de pilastra, con adornos de guirnaldas de flores, escudos y algunos cuadros representando su historia; todo el conjunto muy bien cincelado, fue un obsequio en el día de su coronación pontificia.


MILAGROS


En 1541, recién entregada la imagen a los indios por fray Miguel de Bolonia, se pregonaron sus méritos como pacificadora en la guerra del Mixtón.


La historia nos cuenta que en 1609 esta capilla se derrumbó y al escuchar el estruendo, corrieron los indios creyendo encontrar a su imagen hecha pedazos; quitaron los escombros y para sorpresa de todos, ahí estaba la imagen sin ningún rasguño.


Poco después, le dio la vista a un ciego de nacimiento y en un lapso de cien años realizó muchisimos milagros.


Los indios ocultaron la imagen por temor a que se las quitaran, pero el bachiller Diego de Herrera, que se había encargando de Zapopan el 14 de junio de 1637, notó que los naturales estaban muy encariñados con la imagen “porque era muy milagrosa”; le contó al obispo Juan Ruiz Colmenero lo que sucedía en Zapopan; y en 1653 hizo levantar una información testimonial y por decreto, declaró “milagrosa” a la imagen de Nuestra señora de la Concepción de Zapopan y mandó que solamente se celebrase su fiesta el 18 de diciembre de cada año.


A finales del siglo XVII, Guadalajara sufrió una terrible epidemia y el obispo Juan Santiago León Garabito mandó que nuestra señora de Zapopan, fuera traída a la catedral y sucedió otro caso extraño, los médicos de la ciudad declararon que la epidemia había cesado.


En 1721, la imagen visitó de nuevo a la ciudad y según cuentan, Manuel de Mimbela con el sólo roce de las vestiduras de la imagen, volvió a la vida por cuatro días para disponerse y prepararse a morir; después de lo sucedido con Mimbela, la Virgen recorrió la ciudad porque había peste. Y así barrio al que llegaba desaparecía el mal.


Al poco tiempo después, un rayo mató al campanero de la iglesia de San Juan de Dios, subió el religioso Fray Bernardo a ponerle los santos óleos, pero también perdió la vida al caerle otro rayo.


Este caso movió al clero, a la audiencia y a los vecinos de la ciudad a jurar a Nuestra señora de Zapopan “Patrona de Guadalajara”, contra tempestades, rayos y epidemias. Juramento que se hizo el 5 de noviembre y se determinó que todos los años se trajera de su santuario la imagen, del 13 de junio al 4 de octubre para que visitara las iglesias de los barrios de la ciudad (como se practica hoy).

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