"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

lunes, 11 de junio de 2018



==CONSAGRACIÓN DE LOS SACERDOTES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS==

Oh Sagrado Corazón de Jesús, has amado a los hombres hasta el extremo de dejarte traspasar y así convertirte en la fuente abierta de donde manan, abundantemente, las gracias de salvación y de conversión. Jesús, tu Corazón traspasado es la fuente abierta de donde fluyen , con fuerza y poder, la Sangre y el Agua que purifica, transforma, vivifica y libera mi corazón. Tu Corazón, ofrecido en la Cruz, es el sello sacrificial de la nueva alianza de amor entre Dios y los hombres. Tu Corazón puro y sacerdotal es la víctima perfecta ofrecida al Padre por la salvación de los hombres. Tu eres el sacrificio vivo, tu eres la ofrenda sin mancha, tu eres el Cordero degollado por amor. Tu Corazón traspasado es la prenda preciosa, la herencia eterna y la esperanza cierta de todos aquellos que participamos por una gracia inmerecida, de tu sacerdocio y de tu victimazgo.

A tu Corazón sacerdotal quiero consagrar hoy mi vida y mi sacerdocio. Que el fruto de esta consagración sea alcanzar una plena comunión de amor con tu Corazón. Que tu Corazón sea el objeto primario de mis afectos; que los latidos de tu Corazón sean los que dirijan mis actos; que los sentimientos de tu Corazón rijan mis sentimientos, discernimientos y anhelos. Que tus virtudes y tu santidad sean la máxima regla de mi vida. Que conocer tus misterios sea la meta principal de mis esfuerzos. Que tu caridad sea la que mueva toda mi misión apostólica y mi servicio a las almas. Que tu pureza inspire siempre mi conducta. Que tu Corazón vivo en la Eucaristía, sea Jesús, mi tesoro, mi refugio, mi descanso y mi paz. En virtud de esta consagración te pido, que mi sacerdocio sea vivido según los designios de tu Corazón. Que viva cada Eucaristía con todo mi corazón, con profundo amor y reverencia. Que mi vida siempre se dirija a la contemplación del Corazón Eucarístico y que aprenda a escuchar sus latidos y sus deseos. Que como San Juan, en todo momento y en particular en los más oscuros, yo sepa recostar mi cabeza en tu Corazón Eucarístico y mantenerme, con tu gracia, fiel al pie de la Cruz, para así participar mas de cerca de las gracias de tu Corazón traspasado. Que mi sacerdocio consagrado totalmente a tu Corazón sacerdotal, Eucarístico y traspasado, sea instrumento de amor, gracia, santidad, verdad, perdón y misericordia para un mundo tan necesitado del amor y del fuego misericordioso de tu Corazón. Que con mi vida, mi sacerdocio, mi sacrificio y mi entrega incondicional a los designios de tu Corazón, pueda edificar la civilización del amor y la vida.

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