==MARÍA EN LOS ESCRITOS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA==

San Cirilo de Jerusalem - (313-386)

Celebremos con labios inmaculados, oh hijos de la pureza y seguidores de la castidad, al Dios nacido de una virgen… De quién nació y cómo nació este Dios nos lo enseña Isaías:

“Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le llamarán Emanuel”

… Y antes había dicho:

“Pide para ti una señal al Señor, de lo profundo de la tierra o de lo alto del cielo”.

Por lo tanto, este había de ser un prodigio extraordinario y admirable como no se había conocido otro antes. Si fue milagro sacar agua de la roca y abrirse el mar y detenerse el sol, lo que voy a decir lo sobrepasa: El Señor juró a David y no lo engañará diciendo:

“Del fruto de tu seno pondré un vástago sobre tu trono”. Y el ángel Gabriel dice abiertamente a María:

“Y el Señor Dios le dará el trono de su padre David”.

Recibe, pues al que nació de la familia de David y cree el profeta que dice:

“En aquel día se levantará la raíz de Jesé para gobernar a las naciones y las gentes esperarán en él”.

El Creador de la humanidad no desdeñó tomar su carne de la Virgen María, el mismo que dice a Jeremías:

 “Antes de formarte en el seno materno te conocí y antes que salieses del vientre te santifiqué”.

 Aquel que plasmó los miembros del hombre ¿desdeñaría crearse para sí un cuerpo santo y hacerse un velo con qué ocultar su divinidad?

Los griegos y los judíos impugnan la posibilidad de que Cristo haya nacido de una virgen (…) Y bien, que respondan a esto: ¿Qué es más difícil, que é a luz la anciana estéril o la virgen en la flor de la edad? Estéril y anciana era Sara, pero contrariamente a las leyes de la naturaleza llegó a dar a luz. Sara da a luz contra las leyes de la naturaleza, y la Virgen llega a ser madre contra toda naturaleza: o se rechazan las dos cosas, o ambas han de ser admitidas. Porque es el mismo Dios el que interviene en ambas no se puede decir que lo primero le fue posible y lo segundo, no (…)

Quizás te admires del hecho: también se admiró la misma Virgen que dio a luz, porque cuando se lo anunció el ángel, ella le preguntó:

“¿Cómo sucederá esto pues yo no conozco varón?”

 Y él le respondió:

“El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual, lo santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios”.

Pura e Inmaculada generación. Pues allí donde el Espíritu obra desaparece toda impureza. Por lo cual el nacimiento de Cristo estuvo exento de toda mancha.

Adoremos, por tanto, al Señor que nació de la Virgen, y las vírgenes reconozcan la honra y gloria de su propia profesión. Los que viven con pureza son como ángeles que habitan en la tierra. Las vírgenes estarán mas tarde con la Virgen maría. Eliminen pues todo superfluo y rebuscado ornato del cuerpo. El perfume que hemos de llevar es le de la oración y el aroma de las buenas obras, y la santificación de nuestros cuerpos, para que el Señor, que nació de la Virgen, pueda decirnos:

“Habitaré y me pasearé entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”.

 A quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.