El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
"Los cinco minutos de Maria"
lunes, 15 de octubre de 2018
==MARÍA EN LOS ESCRITOS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA==
Anfiloquio de Iconio - (340-400?) 1 de 4
Los enemigos de la verdad entendieron en sentido material estas cosas espirituales… y rehuyeron interpretarlas para probar la santidad de la Virgen."
Dios apareció en la tierra y vivió entre los hombres. Nació Dios según la carne, permaneciendo inmutable en el cielo.
¿Quién podrá cantar tales maravillas ¿ “¿Quién anunciará el poder del Señor y publicará todas sus alabanzas?” Una Virgen dio a luz: la que Isaías anunció concibió al Emmanuel sin concurso de varón. Nació sin padre el mismo que desde la eternidad es todo sabiduría y justicia y santificación y redención que viene de Dios Padre. La Virgen fue madre sin saber de qué modo había concebido.
¡Oh milagro nuevo e inexplicable! María concibió al Dios vivo porque creyó en el anuncio del ángel. Nuestro oído, por su naturaleza, recibe los sonidos y oye las palabras; las del ángel, al ser oídas por María, realizaron la concepción en el seno de la Virgen, engendrando de este modo a Dios, que de ella nació según la carne.
Deudores, por tanto y siervos fieles que somos del Señor, presentemos al verbo de Dios y también a la Virgen el obsequio de nuestra palabra; no nos retraiga la pequeñez de nuestra ofrenda y con los escasos bienes de nuestra naturaleza adoremos alegres las excelencias del Señor. Estos misterios no admiten ser expresados con las galas de la humana elocuencia: tan sólo hablamos de ellos para que a todos nos ilustre la luz esplendorosa de su memoria …. Confesar que superan toda humana comprensión es y será nuestra mayor gloria. Por lo tanto, dispongámonos con alegría a celebrar, glorificar y engrandecer estos misterios incomprensibles e inefables, y , empezando por la salutación del angel Gabriel digamos: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.
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