==UN MINÚTO CON MARÍA==
3 de Octubre.
3 de Octubre.
« Quiero que hagas lo que yo hago »
En tres ocasiones diferentes, en octubre de 1859 en la ciudad de Champion (Wisconsin, EE. UU.), la Virgen María se apareció a una inmigrante belga de 28 años, Adela Brise. Esta será la primera aparición reconocida en los Estados Unidos.
La primera aparición tuvo lugar en octubre. Adela recuerda haber visto a una mujer vestida de blanco, con un cinturón amarillo en la cintura y una corona de estrellas en la cabeza. Después de un momento, la Virgen desapareció sin decirle palabra. El siguiente domingo, reapareció cuando Adela iba a misa. La joven le cuenta estas apariciones a su confesor. Él la invita a preguntarle en nombre de Dios quién es y qué espera de ella. Por el camino a casa, la Virgen se le aparece de nuevo y Adela le hace esas preguntas.
La Virgen responde: «Yo soy la Reina del Cielo que ora por la conversión de los pecadores y deseo que hagas lo que yo hago. Esta mañana recibiste la comunión y está bien, pero debes hacer más. Haz una confesión general y ofrece la comunión por la conversión de los pecadores. Si no se convierten y no hacen penitencia, mi Hijo tendrá que castigarlos».
La Dama de Blanco continúa: «¿Qué haces aquí sin hacer nada mientras tus amigos trabajan en la viña de mi Hijo? ¿Qué más puedo hacer, mi amada señora?», pregunta Adela. «Reúne a los niños de este país y enséñales lo que deben saber para salvar sus vidas. Enséñales el catecismo, a hacer la señal de la cruz y a recibir los sacramentos; ese es mi deseo. Ve y no temas nada. Yo te ayudaré».
La joven hizo lo que Nuestra Señora le pidió, hasta su muerte en 1896. En Champion, fue construida una capilla en el lugar de la aparición, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Buena Ayuda).
El 8 de diciembre de 2010, en la festividad de la Inmaculada Concepción, Monseñor David Ricken, obispo de Green Bay (Wisconsin), publicó un decreto oficial que dice: «Declaro con certeza moral y de acuerdo con las normas de la Iglesia que los hechos, apariciones y locuciones dirigidas a Adela Brise en octubre de 1859 muestran la esencia del carácter sobrenatural, y, en consecuencia, reconozco estas apariciones como dignas de ser creídas (aunque sin obligación) por los fieles cristianos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario