==UN MINÚTO CON MARÍA==

10 DE MAYO, 2021

"Mi conversión, de hace ocho años, cambió mi vida"

Todavía recuerdo claramente mi "encuentro" con la Virgen María, hace ahora ocho años. Descubrí la fe católica, en particular gracias a mi investigación en internet, porque no conocía a nadie en la parroquia que respondiera a todas mis preguntas. Supe que la Santísima Virgen se había aparecido muchas veces a lo largo de la historia, siempre para animar al mundo a convertirse y decirnos cuánto nos ama Dios. Primero había visto un video contando sus apariciones en Garabandal (España), luego en Fátima, en Medjugorje, etc. Antes de eso, solo había oído el nombre de Lourdes, no sabía nada sobre lo que ahí había sucedido. Le decía a mi esposa: “Pero esto es una locura, ¿por qué no nos lo dicen?". ¡Debería ser la primera noticia todas las noches en el noticiero!”.

Poco a poco me fui confiando a mi Madre Celestial, pidiéndole que me guiara en cada uno de mis días. Un combate que no identifiqué como tal en ese momento, surgió con los sitios protestantes que despreciaban el lugar de María en el plan de salvación.

Le ofrecí mi computadora a la Virgen María, ciertamente inspirado por ella, pidiéndole que me protegiera de cualquier error y descubrí por el contrario revelaciones y santos, ¡que me hicieron amarla aún más! La oración del Rosario se había convertido en mi compañera de todos los días, tan grande era mi sed de conocer más a nuestro Señor y a su querida Madre.

Poco después de mi conversión, el Señor me concedió una de las mayores gracias de mi vida: descubrir el Evangelio tal como me fue revelado de María Valtorta. Esa lectura me transformó, hizo florecer mi fe, y mi amor por Jesús y María aumentó para nunca dejar de crecer. Tengo la íntima sensación de que los conozco mucho mejor hoy...

Hago mío este comentario del P. Gabriele Roschini: “Ningún otro escrito mariano, ni siquiera la suma de todos los que he leído y estudiado, me había podido dar sobre María, obra maestra de Dios, una idea tan clara, tan viva, tan completa, tan luminosa y tan fascinante —al mismo tiempo simple y sublime—, como los escritos de María Valtorta”.

Testimonio. 

Florian Boucansaud,