"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

martes, 18 de mayo de 2021


 

==UN MINÚTO CON MARÍA==

19 DE MAYO, 2021


“María, en tu escuela yo aprendí a hacer las pequeñas cosas”


Al momento de casarme con Marie-Claire, nuestra oración por los esposos fue el avemaría. Luego, tras el encuentro con la Fraternidad de María Reina Inmaculada1, en 1989, descubrimos la entronización. En nuestros diferentes lugares de vida —hogar, trabajo—, la entronización de María Reina Inmaculada fue el primer acto que realizamos. Y luego hicimos nuestro pacto de alianza con ella2. Logramos tantas cosas hermosas en nuestra vida, que solo tengo expresiones de respeto por esta gran Señora.


Inclinado siempre a soñar con grandes cosas, en su escuela aprendí a hacer pequeñas cosas. En definitiva, lo que nos pide es que hagamos estas pequeñas cosas con amor. A cambio, ella se encarga de las cosas grandes. Santa Teresa del Niño Jesús lo entendió muy bien. María es la escuela de la entrega, de la paciencia, de la perseverancia. ¡Si conocieras mi carácter tan poco compatible con este método! Y sin embargo su maternal dulzura, si sabemos acogerla, solo nos pide envolvernos en este velo de ternura que tanto necesita nuestro mundo.


¿Nuestra ambición esconde orgullo? María nos enseña la humildad. ¿Nuestras adicciones nos encadenan? María nos libera. ¿Nuestra relación con las cosas y con los demás es oscura? María nos ilumina.


Su único deseo es amarnos. Su único deseo es abrir nuestro corazón para llevarnos pacíficamente a arrullarnos en sus brazos y conducirnos a su Hijo. Así que recemos a María, desgranemos las cuentas de nuestro rosario, ofrezcámosle nuestro día, ofrezcámosle a quienes amamos (e incluso a los demás), ofrezcámosle nuestra vida.


Cada mañana, junto con mi esposa, o cada uno por su lado, rezamos la oración de la mañana a María Inmaculada Reina del Universo con una hermosa señal de la cruz:


Oh Padre, oh Hijo, oh Espíritu Santo, por María Reina Inmaculada, bendíceme.


Concédeme la gracia de vivir santamente este día.


Cerca de ti oh, María Reina Inmaculada, quiero vivir.


Contigo quiero ofrecerme a Jesús.


A través de ti deseo recibir su bendición para que mi día comience, continúe y termine haciendo solo su santísima voluntad.


Oh, María Reina Inmaculada, sostenme fuerte con tu mano para que avance al mismo paso que tú en la voluntad de Dios.

Amén.


Testimonio. 

François Asselin.

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