"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

sábado, 8 de mayo de 2021


 

==UN MINÚTO CON MARÍA==

9 DE MAYO, 2021


"En María, todos pueden saberse acogidos"


Cuando fui nombrado delegado apostólico para el santuario de Lourdes (sur de Francia) y delegado del Papa hace casi dos años, ya había estado varias veces en Lourdes, en múltiples y muy diferentes circunstancias: acompañando a pequeños grupos, a personas en dificultades y a jóvenes del grupo Fraternel d'Ile-de-France; también participando en la asamblea de obispos, etc. Pero debo decir que la misión que me ha sido confiada, me ha hecho entrar mas intensamente en la vida del santuario, de alguna manera en su interior y renovar mi relación con la Virgen María, quien le pidió a Bernardita que viniéramos aquí en procesión y le reveló su nombre: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.

A través de los peregrinos, los enfermos y sus acompañantes; de la multitud de las grandes peregrinaciones —de los pocos que han podido venir durante la crisis sanitaria—; escuchando y presentando las innumerables intenciones de oración encomendadas; celebrando la Eucaristía en la gruta de Massabielle o rezando el Rosario; escuchando a los que vienen a pedir el perdón de Dios, etc.; a través de todos ellos, mido hasta qué punto María es la que acoge todas las angustias —las del cuerpo y las del corazón—, todas las penas, los miedos y también los proyectos y esperanzas de cada uno. En María todos pueden ser acogidos, sea cual sea su edad, sus expectativas, la carga que llevan y los sufrimientos que soportan. Todos pueden ser acogidos sin importar su situación, si son ricos o pobres, enfermos o sanos, con una vida sencilla o complicada, con una fe bien arraigada o titubeante...

María acoge a todos, consuela a quien sufre, da esperanza y confianza, abre el camino a la paz del corazón. Ella conduce a su Hijo, nos hace unirnos a aquel que da la salvación, nos permite redescubrir la sencillez de Bernardita, la fraternidad ante la pobreza de cada uno, la alegría de quienes saben que, a pesar de todo, son amados y perdonados. ¡Magníficat!


Testimonio. 

Monseñor Antoine Hérouard, obispo auxiliar de Lille, delegado apostólico del santuario de Lourdes.

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