El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
"Los cinco minutos de Maria"
jueves, 20 de diciembre de 2018
==25 DÍAS DE ADVIENTO, PREPARACIÓN PARA NAVIDAD==
¿Hacer la paz?
“Perdónanos nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Esa frase del Padre Nuestro es a lo mejor una de las más difíciles de decir … ¿somos capaces de perdonar de tanto como Dios nos perdona?
Perdonar parece a menudo imposible. ¿Cómo podría perdonar a los que me han hecho tanto daño? Los recuerdos son dolorosos…Ese amigo que amaba y que traicionó mi confianza. Ese compañero de trabajo cuya maldad me hace daño todos los días. Y a todas esas personas desconocidas, cuyos desengaños inesperados me dejaron con un sabor amargo. De vez en cuando la herida queda abierta… ¡Y aún en esto Dios nos pide perdonar !
Nos pide perdonar de todo corazón, gratuitamente, sin medida. Cuando Pedro pregunta a Jesús cuántas veces debe perdonar a los que le han hecho daño, Jesús responde: “setenta veces siete”. Es decir, sin fin. Jesús ilustra su perdón de las ofensas mediante una parábola, la parábola del siervo despiadado (Mt 18, 23-25):un rey acepta perdonar la deuda de su siervo, la cual es de diez mil monedas. Luego, sabe que ese siervo ha rechazado de perdonar a su vez la deuda de uno de sus amigos, que no era más de cien denarios (antigua moneda romana).
Entonces el rey le convoca y le dice :”¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?” Dios nos ha perdonado el imposible, “diez mil talentos”. Él nos envió su propio hijo para salvarnos del pecado. Entonces yo, pobre pecador, si un día alguien me ofende, ¿no tendría que perdonarle sus “cien denarios”?
En este tiempo de preparación para recibir Navidad, entremos en una óptica de paz. Examinemos nuestro corazón. ¿Guardo en mi interior algunas heridas? A lo mejor podríamos pedir al Espíritu Santo ayudarnos a perdonar nuestras pequeñas ofensa, las heridas más profundas. Pidámosle que nos de ánimo y perseverancia. Esto puede tomar tiempo, ¡pero con la ayuda de Dios todo es posible !
Hoy, puedo decidir hacer La Paz con alguien que me ha herido y puedo pedir al Espíritu Santo de ayudar a perdonar aquél o aquella contra quien tengo rencor u otro sentimiento que guardo desde hace mucho tiempo en mi vida.
MEDITEMOS ESTA HERMOSA ORACIÓN Y ROGUEMOS LA GRACIA DE QUE SEA ESCUCHADA
Oración de J.Galot :
“ Ayúdame, Señor, a perdonar como tú perdonas;
A perdonar desde lo profundo de mi corazón, no sólo com palabras sino con toda la fuerza de mi voluntad;
A perdonar completamente, sin poner reserva ni condición a mi perdón;
A perdonar definitivamente, sin jamás volver a los eventos del pasado”
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