El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
"Los cinco minutos de Maria"
miércoles, 5 de diciembre de 2018
==GRAN NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN==
5 DE DICIEMBRE
María y San Juan: ¡responder al llamado!
“Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre».” (Juan 19:26-27)
En nuestra vida:
Irse para evangelizar, cuidar de los enfermos, de los pobres, de los huérfanos al otro lado del mundo: ¡ser misionero, qué sueño! Son aventuras hermosas y grandes al servicio de Cristo. Pero podemos apoyar a la Iglesia con gestos más humildes: ponerse al servicio de la parroquia, cuidar a las personas solas, dar testimonio del amor de Jesús a través de pequeños gestos.
¿Amamos a la Iglesia? ¿Que tipo de sí damos para hacerla resplandecer y para cuidarla, como un hijo con su madre?
Con María:
Al pie de la Cruz, contemplando a Jesús agonizante, María y San Juan se apoyan el uno al otro. ¿Qué ocurre en ese momento en el Evangelio? Dios hace de María, la madre de San Juan. Pero también le entrega a todos los que le siguen, es decir a la Iglesia. Y “a partir de esa hora, el discípulo la llevó a su casa”. (Juan 19:27): María y San Juan respondieron sí.
¡La fuente de su sí, es el Amor, que une a San Juan, aJesús y aMaría! San Juan lleva a María a su casa: es un modelo de amor filial que podemos imitar para amar mejor a la Iglesia. Jesús que nos ama hasta el final nos entrega a su madre, su último tesoro, para que también sea nuestro. María, al fin, acepta hacernos sus hijos, con el mismo amor que la llevó a responder sí al ángel Gabriel.
¡La Cruz renueva su FIAT! Podemos pensar que este cuadro doloroso sólo tiene su sitio en las iglesias, que este momento en el que Jesús entrega María a San Juan y San Juan a María no tiene grandes consecuencias en nuestras vidas. Y sin embargo, este intercambio entre María, San Juan y Jesús, nos enseña que el corazón de la Iglesia y de la misión es el amor: amor filial de San Juan, amor total de Cristo, y amor confiado de María. ¡Inspirémonos en este amor para responder al llamado de la Iglesia! Invoquemos a la Virgen María más a menudo, diciéndole, por ejemplo cada mañana que somos “todo suyos”, para que nos enseñe a responder sí al llamado del Señor.
Oración
María, ayúdanos a volver siempre a Jesús. Enséñanos a decir sí por amor a la misión que Dios nos confía dentro de la Iglesia.
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