🕊LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO🕊
8 de Diciembre.
Es el mismo Espíritu Santo el que nos lleva a venerar a María. De hecho, cuenta el Evangelio que Isabel, llena del Espíritu Santo, se sintió indigna de estar ante María, y le dijo:
“Bendita Tú eres entre todas las mujeres… ¿Quién soy yo para que la Madre de mi Señor venga a visitarme?” (Lucas 1, 41-43).
Muchas veces se le llama Esposa del Espíritu Santo, porque Él se derramó en María desde el primer instante de su existencia, la fecundó misteriosamente para que engendrara a Jesús. Además, Ella quiso estar con los Apóstoles para ayudarlos a esperar Pentecostés, y toda su existencia fue una delicada y madura docilidad a los impulsos del Espíritu de amor.
Digámosle con amor en nuestro corazón:
“María, acompáñame. Ayúdame Madre, para que pueda abrir mi corazón al Espíritu Santo; enséñame a invocarlo, a desearlo, a esperarlo, para que también en mi vida, en mi familia y en mi barrio haya un nuevo Pentecostés”.
Amén.
El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
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