El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Maria, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos. ==SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO==
"Los cinco minutos de Maria"
lunes, 25 de septiembre de 2017
==ASCENDENCIA, NACIMIENTO E INFANCIA DE MARIA==
(Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant)
#1. BUSCANDO ANTECEDENTES
Hoy día y como siempre, no ha dejado ser interesante buscar antecedentes de la ascendencia, del nacimiento y de la infancia de María, la Madre de Dios, ella es nuestra reconocida Madre, es nuestra gran intercesora, es así, como esta en todas nuestras oraciones, y reconocemos que es la mas tierna consoladora de los afligidos, y de ella recibimos los milagros mas inimaginable y no se ha oído nunca decir a alguien que no haya oídos sus suplicas y ruegos.
Conocemos más a María, porque sentimos su amorosa presencia que por antecedentes escritos sobre su vida, quizás alguien podría decir que con eso basta, y no deja de tener razón, pues he oído testimonios de personas muy desprovistos de recursos de lectura y casi sin una gran preparación en los conocimientos de la cultura y las letras, hablar con tanta propiedad de nuestra Virgen María, que pareciera que han realizado un profundo estudio sobre ella. A modo de ejemplo, uno de sus hijos, allá en Méjico, un día sábado de 1531 a principios de diciembre, nativo de ese lugar, llamado Juan Diego, iba muy de madrugada del pueblo en que residía a la ciudad de México a clase de catecismo y a la Santa Misa. Al llegar junto al cerro llamado Tepeyac amanecía y escuchó que le llamaban de arriba del cerro diciendo: "Juanito, Juan Dieguito.", él subió a la cumbre y vio a una Señora de sobrehumana belleza, cuyo vestido era brillante como el sol, la cual con palabras muy amables y atentas le dijo: "Juanito: el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. Como Juan Diego, tenemos a Bernardita en Lourdes, a Melanie y Máximo en la Salette, los pastorcitos en Fátima, y así tantas personas sencillas e humildes, que nos han entregado su testimonio.
Con todo, para darle forma a este artículo, me he basado en lo que señalan las Bibliotecas mariológicas, (www.caminando-con-maria.org), el Protoevangelio de Santiago, La Enciclopedia Católica: Es un trabajo personal, cuyo fin principal, es hacer una reflexión sobre nuestra madre espiritual, a quien los católicos y otras denominaciones cristianas, nos fascina venerar y honrar como la Madre de Dios.
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