==UNA FIESTA MARIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO==
9 de Septiembre.
♡Nuestra Señora Santa María la Antigua del Darién, Panamá♡
Cuenta la leyenda que una noche, durante el asedio a la ciudad de Sevilla, el rey Fernando III de Castilla, estando en el campamento, se postró ante la Virgen de los Reyes para pedirle auxilio.
Siendo entonces cuando la Virgen lo llamó por su nombre y le dijo: “Tienes una constante protectora en mi imagen de la Antigua, a la que tú quieres mucho y que está en Sevilla”, prometiéndole la victoria.
Santa María La Antigua fue la primera advocación llegada al Istmo de Panamá en 1510 y establecida primero en un poblado de Darién. Esto ocurrió cuando ese año llegaron Vasco Núñez de Balboa y el Bachiller Martín Fernández de Enciso…
Si México tiene a Nuestra Señora de Guadalupe, si Argentina tiene a Nuestra Señora de Luján, si Brasil tiene a Nuestra Señora de Aparecida, si Venezuela tiene a Nuestra Señora de Coromoto, si el Ecuador tiene a Nuestra Señora de la Dolorosa del Colegio, Si Costa Rica venera Nuestra Señora de los Angeles y Honduras a Nuestra Señora de Suyapa, Panamá venera a Nuestra Señora de La Antigua como su Patrona.
En Roma existe una iglesia que lleva el nombre de Santa María Antigua en el Foro Romano, famosa principalmente por los frescos pintados entre el siglo VI y el VIII, que constituyeron un documento de máxima importancia en la historia de la pintura.
Este hecho comprueba la relación entre la advocación de La Antigua con la Basílica de Santa María la Mayor en Roma la cual fue erigida por el Papa Sixto III en el año 432, un año después del Concilio de Efeso en el que se proclamó la maternidad divina de María.
LA IMAGEN
La iconografía usada para representar a esta Virgen de la Antigua, es aquella con la cual está representada en la imagen, de influencia bizantina, de la ciudad de Sevilla.
La Virgen se encuentra en pie y posición frontal, vistiendo túnica y un manto que le cubre completamente la cabeza. Su rostro, de mirada al frente, aunque levemente girada hacia el Niño Jesús en una amable actitud.
Sostiene delicadamente en su mano derecha una rosa, mientras carga en su brazo izquierdo al Niño, que juega con el jilguero.
Sobre la cabeza, dos ángeles se disponen a coronarla, en tanto otro ángel, más arriba, extiende una cartela en la que se lee la frase evangélica “Ecce María venit ad Templum” en una alusión a la festividad de la Purificación.
A los pies de la Virgen se encuentra una mujer orando de rodillas.
El fondo de la imagen es dorado, adornado con un fino tapiz geométrico de motivos estrellados.
La imagen matriz, de la que son copia todas las demás entronizadas en iglesias de medio mundo, es una pintura mural de influencia bizantina y autor desconocido. La plasmó en una pared de la antigua mezquita mayor almohade de Sevilla.
Cuenta la leyenda que una noche, durante el asedio a la ciudad de Sevilla, el rey Fernando III de Castilla, estando en el campamento, se postró ante la Virgen de los Reyes para pedirle auxilio.
Siendo entonces cuando la Virgen lo llamó por su nombre y le dijo:“Tienes una constante protectora en mi imagen de la Antigua, a la que tú quieres mucho y que está en Sevilla”, prometiéndole la victoria.
Después, un ángel le hizo penetrar en la ciudad hasta llegar a la mezquita principal en cuyo interior le fue mostrada la pared que la ocultaba, que se volvió trasparente, tal como el cristal, y Fernando III pudo contemplar la imagen de la Virgen tal como había sido pintada siglos atrás. El mismo ángel le orientó para volver al campamento, al que llegó sin menor sospecha e ileso.
Pocos días, tras la rendición de los mozárabes, Fernando III de Castilla entró en Sevilla el 22 de diciembre de 1248, en la fiesta de San Isidoro, obispo y santo patrono de la ciudad.
Abierta al culto cristiano por el rey Fernando III “el Santo” en 1248tan pronto reconquistó la ciudad y convertida en catedral, siglo y medio más tarde acordó el cabildo derribarla y levantar sobre su solar la actual; pero conservando el muro pintado con la Virgen para reconstruirlo en el nuevo templo mayor.
Otro siglo de obras y al fin pudo disponer la imagen de una digna capilla, cobrando desde entonces el nombre “de la Antigua” por su procedencia de la antigua mezquita-catedral.
Ante ella se postraron los Reyes Católicos en 1478, regalándole una gran lámpara de plata por el feliz nacimiento en Sevilla de su hijo, el príncipe de Asturias don Juan.
Y en 1493 Cristóbal Colón pidiéndole protección en su 2º viaje al Nuevo Mundo; bautizando con su nombre de Antigua la isla caribeña de Wadadli que pisó en este viaje, en agradecimiento.
Carlos V la acogió y llevó siempre consigo después que estuvo en Sevilla en 1526 con motivo de sus bodas. Y lo mismo hizo Felipe II en 1578, pero mudando su lugar en la catedral y erigiéndole la suntuosa capilla que en la actualidad dispone. Antes Fernando I de Aragón, proclamado rey en el Compromiso de Caspe (1412) con intervención de nuestro paisano, San Vicente Ferrer, ya había creado una orden de Caballería con finalidades benéficas con su imagen como divisa
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