"Los cinco minutos de Maria"

"Los cinco minutos de Maria"
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.

viernes, 7 de diciembre de 2018



==GRAN NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN==
7 DE DICIEMBRE

María y los apóstoles: ¡Apoyar su SÍ en el Espíritu Santo!

“Los Apóstoles regresaron entonces del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios es la que está permitida recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.” (Hechos 1:12-14)

En nuestra vida:
Durante 7 días hemos intentado aprender a decir sí: abandonarse, comprometerse, agradecer, cumplir los síes, responder al llamado, y sobre todo mantener la esperanza... ¡Todo un programa! Pero ¿estoy a la altura? Nos desanimamos fácilmente: los objetivos que nos hemos fijado nos parecen inalcanzables y estamos confrontados rápidamente con nuestros límites. Concretamente, ¿cómo  encontrar la fuerza para pronunciar sí? ¡La respuesta rara vez cae del Cielo!

Con María:
Y sin embargo esta vez Ella puede venir del Cielo… en forma de una paloma. En el día de Pentecostés, María invoca al Espíritu Santo para que los ilumine, a ella y a los apóstoles. Y Dios envía su Espíritu de manera muy visible, con la forma de lenguas de fuego. Pero recordemos que cada vez que la Virgen María pronunció su sí, tenía la fuerza del Espíritu Santo.

“La fe de María “atrae”, por así decirlo, el don del Espíritu Santo” - Benedicto XVI.

Sola, ¿hubiera tenido la Virgen María la fuerza de decir sí al mensajero de Dios el día de la Anunciación? María no contó con su propia fuerza para cumplir sus síes: se dejó guiar por el Espíritu. Si nos sentimos desanimados en nuestros síes, ¿no es porque confiamos sólo en nosotros mismos? Aprendamos de María la simplicidad de ser guiado por Otro. ¡El secreto de un sí firme y confiado es saber que nuestra verdadera fuerza no está en nosotros sino en Dios!

“María es la Madre del crucificado resucitado: permanece al lado de nuestras cruces y nos acompaña en el camino hacia la resurrección y la vida plena”. – Papa Francisco - Vaticano, Dic. 6, 2013

El Espíritu Santo desciende sobre María y todos los que están presentes, y los colma de sus dones. Como decía San Juan Pablo II, “la oración de María reviste un significado particular: favorece el advenimiento del Espíritu solicitando su acción en el corazón de los discípulos y en el mundo”. Los apóstoles en el Cenáculo se sentían solos e indefensos frente a la misión que el Señor les había encomendado: la oración de María abrió sus corazones. Entonces, supieron cómo invitar a todos los pueblos a seguir a Cristo. Nosotros también, ¡confiemos en María y entreguémosle nuestros síes! Pidámosle la gracia de familiarizarnos con el Espíritu Santo, y de estar abiertos a sus dones.

Oración
¡Que María nos ayude a estar atentos a lo que el Señor nos pide, y a vivir y caminar siempre según el Espíritu Santo! – Papa Francisco

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